Somos los padres

Laguna /

Posiblemente nos hemos dado cuenta de que, cada vez más, niños y jóvenes tienen una serie de dificultades que no tuvimos cuando nosotros fuimos de esas edades. 

Las mortificaciones que nos tocaron vivir, en muchas ocasiones, estaban ligadas a un entorno que era totalmente distinto a lo que hoy existe. 

Sin embargo, las personas seguimos necesitando prácticamente lo mismo para un desarrollo sano: atención, afecto, alimentación sana, entorno seguro y estimulante.

Lamentablemente, nos hemos adaptado a lo que la tecnología y la sociedad “dictan” y caemos en situaciones que ponen en riesgo el sano desarrollo de nuestros hijos. 

Por citar un par de ejemplos: la alimentación y entorno seguro y estimulante.

Hemos entendido, equivocadamente, nuestro rol como padres y compensamos nuestras ausencias con una alimentación deficiente al recurrir a los alimentos altamente procesados, llenos de antinutrientes y carentes de alimento real, ya sea por practicidad o por complacencia. 

Creemos ser indulgentes y caemos en negligencia. 

No es raro que el gobierno tenga que hacer campañas para promover una alimentación sana frente a las múltiples alternativas de comida empaquetada. 

Tenemos uno de los índices de obesidad más grandes del mundo, en cualquier grupo poblacional.

Por otro lado, proveemos a nuestros hijos sin medir consecuencias, de dispositivos electrónicos y con ello, al no estar supervisando su uso, las posibilidades de que ahí mismo, en casa, nuestros hijos encuentren “malas compañías”, malos ejemplos e incluso fatales, no es precisamente un entorno seguro. 

En cuanto a la estimulación, esos dispositivos están diseñados para sobreestimular, lo que conduce a problemas de concentración, aprendizaje, memoria y con ello, a un pobre desarrollo intelectual. 

No es casualidad que el vocabulario de muchos jóvenes sea reducido, y también lo sea la expresión limitada de ideas, lo que les hace presa fácil, incluso, de ideas contrarias a los valores de la propia familia.

Y eso sucede frente a nuestros ojos y, lo peor, con nuestra aprobación tácita.


Flor.vargas@iberotorreon.mx

  • Flor Vargas Cortés

LAS MÁS VISTAS

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.