Los elementos más relevantes de los que depende esta elección son: participación diferenciada, imagen de los partidos, imagen de los candidatos, programas sociales, deseo de cambio o continuidad y segmentos de población.
La variable más importante que va a determinar esta elección se llama participación. No es una cuestión de si la participación va a ser alta o va a ser baja. El tema es quién va a salir a votar.
Tenemos una oposición altamente motivada y seguidores del oficialismo, que a diferencia del 2018, no están enojados. Esto está pasando particularmente en urbes y el norte del país.
En lo que se refiere a los partidos el antecedente es 2018. Si sumamos la votación del PAN que obtuvo 22 por ciento, PRI que obtuvo 15 por ciento y PRD que obtuvo 3 por ciento, la oposición podría llegar a 40 puntos. El problema es que estas fuerzas políticas no llegan en las mismas condiciones. Lo más probable es que un porcentaje mucho menor del electorado los vote. En particular el PRI y el PRD.
El PRI es el partido con más números negativos en el país y no tiene candidato a la presidencia. Casi la mitad del país dice que jamás votaría por el PRI, incluidos los panistas.
El PAN tiene candidata a la presidencia, pero su candidata está en números negativos. Es decir, los negativos de Xóchitl Gálvez sobrepasan sus positivos. En buena medida, esta imagen negativa tiene que ver con las fuerzas políticas que representa, no necesariamente en una imagen construida por sí misma.
Ello implica que la oposición no está votando a favor de su candidata, sino en contra del partido en el gobierno o en contra del presidente López Obrador. Más de dos terceras partes del electorado declaran que nunca votarían por esa coalición PAN-PRI-PRD.
En lo que se refiere al alcance de los programas sociales, en grandes números podríamos decir que 1 de cada 4 adultos reciben ayudas directas, 1 de cada 3 a nivel hogar y casi la mitad de los adultos reciben estos apoyos a nivel familiar. Estas ayudas sociales son relevantes en términos electorales no solo por el alcance, si no por sus montos.
En buena medida, por este tipo de políticas públicas el electorado prefiere la continuidad al cambio. Este electorado reconoce las carencias que ha tenido la presente gestión, pero no por ello cambia su preferencia electoral.
En lo que se refiere a segmentos de población, será interesante comparar las mediciones preelectorales con el perfil del votante de encuestas de salida. Es decir, el perfil del electorado en el agregado no necesariamente debe ser similar al perfil del votante entrevistado en la casilla. De hecho, estos segmentos de población nos podrían explicar las diferencias entre los resultados de la elección y las mediciones preelectorales.
Por género el análisis es muy revelador, porque como las dos punteras son mujeres, una pregunta natural sería, ¿por quién van a votar las mujeres? Con un sencillo análisis de segmentos observamos que las mujeres están votando por el oficialismo, por la candidata de Morena. La explicación más obvia a este comportamiento es que las mujeres suelen votar por la opción que implique menos riesgos. Esa opción es el partido en el gobierno.
Otro dato interesante es la escolaridad. Es revelador observar que el segmento con educación universitaria representa un mayor porcentaje entre los que prefieren a Álvarez Máynez, incluso mayor que el apoyo que recibe Xóchitl Gálvez de ese segmento de escolaridad.
Por edad es muy evidente que el mayor apoyo lo tiene nuevamente Álvarez Máynez. Su mayor apoyo proviene de los jóvenes primovotantes. Ello no significa que la mayor parte de este segmento de población vaya a votar por él, sino que la mayor parte de su apoyo viene de ese segmento de edad.
Finalmente, más allá de las variables de las que depende esta elección, están algunas preguntas no resueltas. Preguntas clave por su consecuencia política que podremos resolver pasado el proceso electoral:
Si la candidata de Morena puede obtener un mayor porcentaje de votación comparado con el actual presidente López Obrador, quien obtuvo 53%. A su favor tiene que hoy su alianza cuenta con el PVEM que le aporta por lo menos 5 puntos porcentuales.
Si Acción Nacional obtendrá más o menos porcentaje de lo que obtuvo en 2018, año en el que con Ricardo Anaya llegó a 22 por ciento.
Si Movimiento Ciudadano rebasará al Partido Revolucionario Institucional y lo mandará a cuarta fuerza electoral.
Si el partido en el gobierno obtendrá la mayoría simple o calificada.
El resultado final y la respuesta a estas preguntas tendrán un impacto fundamental sobre el futuro político de nuestro país.
*Nota Metodológica: Población objetivo: Personas mayores de 18 años con credencial para votar vigente. Representatividad: Nacional. N° de encuestas: 1,000 entrevistas cara a cara en vivienda realizadas del 22 al 27 de mayo del 2024. Método de muestreo: aleatorio sistemático con probabilidad de selección proporcional al tamaño. Marco muestral: secciones electorales reportadas por el INE. Nivel de confianza estadística: 95%. Margen de error (+/-) 3.1 %. Diseño de cuestionario, muestra, operativo de campo y análisis: Parametría S.A. de C.V.