¿Está perdiendo Trump el apoyo de su electorado?

Ciudad de México /

El martes pasado, 9 de diciembre, la demócrata Eileen Higgins fue elegida alcaldesa de Miami, convirtiéndose en la primera demócrata en casi 30 años en ocupar ese cargo y también en la primera mujer en lograrlo. Higgins derrotó al candidato republicano Emilio González (respaldado por Donald Trump) con una diferencia significativa, alrededor de 19 puntos porcentuales. Esta victoria se suma a los triunfos demócratas del pasado noviembre en New Jersey, Virginia, California y la ciudad de Nueva York.

El resultado fue visto como otra señal de esperanza para los demócratas en una ciudad clave de Florida que había sido políticamente competitiva o favorable al partido republicano en elecciones recientes. En la carrera por la alcaldía, muchos votantes reaccionaron a políticas nacionales (como las migratorias). Florida, además, es un estado clave que suele ser determinante para el control del Congreso.

Los temas de campaña en Miami, como vivienda asequible (affordable), servicios municipales eficientes, políticas inclusivas, pueden integrarse en campañas más amplias que atraigan a votantes de diversos orígenes en 2026. Miami es una de las áreas con mayor población latina del país. Su comportamiento electoral en 2025 refleja una diversidad de preferencias dentro de este grupo, que no apoya automáticamente a un solo partido y que puede decidirse por cuestiones económicas, migratorias y de calidad de vida.

Hallazgos del informe de Pew Research Center (Majorities of Latinos Disapprove of Trump and His Policies on Immigration, Economy, publicado en noviembre 24 de 2025) anticipan implicaciones electorales relevantes que influirán tanto en la movilización como en las preferencias de voto en este proceso. Este análisis examina cómo la evaluación del desempeño presidencial, las experiencias económicas, la política migratoria y el sentido de pertenencia de los latinos pueden incidir en los resultados electorales de 2026.

El descontento generalizado entre la población latina hacia la administración Trump constituye un factor clave para comprender posibles cambios en el comportamiento electoral. Según Pew, el 70% de los latinos desaprueba la gestión presidencial y el 65% rechaza la política migratoria actual. Además, el 78% considera que las políticas de la administración han sido perjudiciales para la comunidad hispana. Estos niveles de desaprobación, significativamente mayores que los registrados durante el primer mandato de Trump, podrían traducirse en una mayor disposición a participar políticamente, especialmente entre sectores que perciben amenazados sus derechos civiles o su estabilidad económica.

La economía emerge como un eje central de las preocupaciones latinas (aunque al parecer esta preocupación se extiende a todos los votantes). Algunos indicadores muestran mejoras estructurales; sin embargo, la percepción ciudadana sigue siendo mayoritariamente negativa: el 63% considera que su situación financiera personal es regular o mala, mientras que el 78% evalúa de forma negativa la economía nacional. Además, una proporción importante ha enfrentado dificultades para costear necesidades básicas como alimentos, vivienda y servicios médicos. El 49% anticipa que la economía empeorará en el próximo año. En términos electorales, la economía suele funcionar como un “issue valence”, y la persistente percepción de deterioro económico podría favorecer a candidatos que ofrezcan alternativas claras y creíbles en materia de empleo, inflación y bienestar social.

Otro elemento crucial es la política migratoria, que ha generado un clima de temor y vulnerabilidad en sectores latinos. El 71% afirma que la administración está haciendo “demasiado” en materia de deportaciones y el 52% teme que él o alguien cercano pueda ser deportado. Estos sentimientos no solo afectan la vida cotidiana, sino también la autopercepción de pertenencia: el 55% expresa preocupaciones serias sobre su lugar en Estados Unidos.

Tales dinámicas podrían motivar una mayor politización de la población latina joven, segunda generación o ciudadanos naturalizados, intensificando el rechazo hacia políticas percibidas como punitivas y movilizándolos electoralmente en favor de candidatos que propongan reformas migratorias más inclusivas, como pasó en la ciudad de Nueva York en la elección de Zohran Mamdani, nuevo alcalde electo.

El informe del Pew Research revela una fragmentación interna dentro del electorado latino. Mientras que los votantes latinos que apoyaron a Trump en 2024 mantienen ciertos niveles de aprobación, incluso entre ellos se observa un deterioro en la percepción económica, se observa un aumento en la crítica hacia las políticas migratorias. Si este desencanto se profundiza, podría generar abstencionismo o incluso deserción electoral hacia otras opciones republicanas o independientes, afectando la base electoral del partido en estados clave.

De cara a 2026, también es relevante que un 32% de los latinos ha considerado abandonar el país debido principalmente al clima político. Este dato evidencia un nivel de desafección preocupante, pues la literatura electoral muestra que la desconfianza institucional tiende a disminuir la participación. Sin embargo, en contextos de amenaza percibida, algunos grupos pueden reaccionar en sentido contrario, incrementando su involucramiento político para proteger sus intereses y su comunidad.

Finalmente, el peso demográfico de los latinos (uno de cada cinco estadounidenses) continuará creciendo, y su participación en la fuerza laboral y en el electorado será aún más decisiva. Estados con alta concentración latina como Arizona, Nevada, Texas y Florida podrían experimentar variaciones sustanciales en el comportamiento electoral según la manera en que los partidos aborden los temas económicos, migratorios y sociales mencionados.

En conclusión, la elección intermedia de 2026 dependerá de un electorado latino más crítico, más presionado económicamente y más consciente de las implicaciones de las políticas gubernamentales sobre su vida cotidiana. El partido que logre articular agendas sensibles a estas preocupaciones, fomente la participación y reduzca las barreras de desconfianza podrá capitalizar un voto latino que, lejos de ser monolítico, será decisivo para conformar el equilibrio de poder en el Congreso y en diversos cargos estatales y locales.


  • Francisco Abundis
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