La firma del Acuerdo Comercial de América del Norte nos generó un ánimo de optimismo que solo duró un breve momento. No terminábamos de celebrar cuando el presidente de Estados Unidos arremetía nuevamente con el tema de la construcción del muro fronterizo.
Ambas actitudes nos parecen, vistas desde México, como esquizofrénicas, o por lo menos contradictorias. Sin embargo, a juzgar por los números de aprobación de Donald Trump y el apoyo de sus bases, las acciones y declaraciones parecen más que calculadas y parte de una estrategia más racional de lo que parece a primera vista.
En esta época en que nuestro país ha sido sujeto de ataques por parte del mandatario de Estados Unidos, la aprobación de su gestión no es un dato menor que tenemos que observar. Muy a nuestro pesar, los niveles de aprobación de Donald Trump no solo no decrecen, sino que se han mantenido y en algunos periodos han ido en aumento.
De acuerdo con el promedio de encuestas realizado por la concentradora FiveThirtyEight de Nate Silver, la aprobación de Donald Trump ha estado a alrededor de 40 por ciento, mientras que su desaprobación llega a 53 por ciento.
En los reportes que realiza Nate Silver con estos datos, destaca que la aprobación de Trump no ha descendido en este periodo. El presidente electo conserva los porcentajes de aceptación que ya registraba en febrero de 2017, cuando tomó posesión, y más preocupante aún, ha crecido en popularidad en comparación con diciembre del año pasado.
Los eventos que han tenido lugar durante la administración, tales como la investigación de los rusos en su elección, las acusaciones legales probadas sobre su abogado y su director de campaña o la separación de familias migrantes, parece no han impactado de manera negativa en la opinión de los estadunidenses.
Un dato relevante es que Trump no ha perdido su popularidad entre los republicanos, quienes apoyan su gestión en porcentajes superiores a 80 por ciento. Los estados donde triunfó el republicano no han tenido desbandadas hacia el lado demócrata, efecto que algunos analistas preveían después de la elección.
Su aprobación es similar a la de las presidencias de mandatarios tan populares como Obama, Clinton o Reagan a estas alturas de su administración. Tal vez haya en la lista otros presidentes de Estados Unidos no tan populares como pueden ser Ford o Carter, pero lo sorprendente al final del día es que el actual mandatario está en los mismos niveles de aprobación de ex presidentes populares. En el caso de Bush padre e hijo podemos decir que no son referente, ya que tuvieron conflictos militares al inicio de sus administraciones.
Este es un tema que nos tiene que importar particularmente como mexicanos, porque la agenda de gobierno del país vecino podría ser respaldada por la opinión pública estadunidense en la medida en la que su presidente sea popular; una agenda que, como hemos visto, es desfavorable para nuestro país.
No es menos importante recordar que el próximo 6 de noviembre se realizarán las elecciones primarias en Estados Unidos para elegir al Congreso; si los republicanos logran conservar los escaños que tienen o incluso ganar otros, habrá menos contrapesos para las decisiones que Trump pueda tomar.
De acuerdo nuevamente con la recopilación de datos de FiveThirtyEight, los demócratas tienen 46.8 por ciento de las probabilidades de ganar el Congreso, mientras que los republicanos llegan a 39.6 por ciento.
No es claro que exista una ola de intención de voto por los demócratas, por lo que los republicanos podrían no solo mantener el control de las cámaras, sino incluso apostar por la reelección de Trump en 2020.
Finalmente, para reafirmar nuestra preocupación, una encuesta realizada por el Pew Research Center muestra que Trump es calificado por la ciudadanía de Estados Unidos como el cuarto mejor presidente, por arriba de Bush padre e hijo y de Kennedy.
El 19 por ciento lo mencionó como quien ha hecho el mejor trabajo al frente de la nación. Si bien 44 por ciento mencionó a Obama como el mejor mandatario, aún resta tiempo para que concluya la gestión de Trump y estas buenas notas de las que goza podrían tener sustento en el crecimiento económico que registra el país del norte.
El dato de aprobación de Trump le incumbe al mundo, pero más a nosotros como los vecinos más afectados. Es importante descifrarlo porque tal vez ello nos ayude a entender mejor su discurso y sus acciones.
Nos guste o no en términos fácticos, la popularidad de Trump no está en crisis y sigue con el respaldo de sus bases.
*Fundador y director de Parametría