No existe pelea conyugal más denigrante y monstruosa que usar a los hijos como arma para dañar a la pareja o ex pareja. Es una bajeza ese recurso porque daña de manera terrible, la estabilidad psicológica de los menores.
Esa actitud pone al descubierto la verdadera naturaleza de la persona con quien se tuvo una relación, a veces de muchos años, y es increíble el nivel de maldad y destructividad que sale a flote en los pleitos de la pareja.
Es haber estado durmiendo con el enemigo. En nuestra experiencia en psicoterapia, atendemos muchos niños víctimas de manipulación por alguno de sus padres, para afectar al cónyuge o ex pareja.
De hacerle la vida imposible si tiene un nuevo vínculo afectivo. De limitar el acceso o el tiempo de convivencia con sus hijos, o de conseguir beneficios económicos mediante litigios jurídicos.
Hablar mal al niño de uno de sus padres, pedirle que le guarde secretos o que le oculte información, decirle que el otro progenitor no lo ama, o amenazarlo y extorsionarlo mediante los afectos, ponerlo a elegir entre uno de sus padres, son todas formas de violencia grave para la estabilidad del menor.
Estos datos, con el soporte del peritaje psicológico y un buen manejo por parte de abogados, pueden constituirse como delito y debe frenarse y castigarse.
En casos más graves, algunos niños son manipulados para decir que unos de sus progenitores lo golpea o abusa de él, incluida la violencia sexual, y a partir de estas mentiras oprobiosas, uno de sus padres puede acabar en la cárcel.
Es sorprendente que algunos psicólogos sean parte de esa cadena de injusticias, quiero pensar que “involuntariamente”, y en sus peritajes cometen el grave error de no validar la estabilidad psicológica del niño para asegurarse de que no fue manipulado e inducido para declarar mentiras.
Y peor aún, muchos jueces admiten a prueba estos peritajes incompletos y muchas veces equivocados.
Para una adecuada capacitación en esta área, abriremos en noviembre el Diplomado en Peritajes Psicológicos, en línea y sin costo, con el aval de la Universidad Cultural Metropolitana de Tampico, Tam.
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