El reciente informe Hospirank 2025, de Global Health Intelligence, ratifica la relevancia histórica y contemporánea de los Hospitales Civiles de Guadalajara (HCG).
Los nosocomios Fray Antonio Alcalde y Juan I. Menchaca, se mantienen a la cabeza de los hospitales públicos mejor equipados de México, confirmando su capacidad técnica en un contexto donde el 80% de la población jalisciense depende de la red hospitalaria pública, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud estatal.
El Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, con más de dos siglos de historia, mantiene viva la visión original de su fundador, Fray Antonio Alcalde, que fue crear un hospital “para la humanidad doliente”. Este proyecto, nacido en el siglo XVIII y consolidado en la Nueva Galicia, ha trascendido la filantropía colonial para convertirse en un modelo contemporáneo de hospital-escuela, articulado con la Universidad de Guadalajara y la investigación médica de vanguardia.
Los datos se expresan solos, 1,350 camas hospitalarias, 42 aparatos de rayos X, 68 máquinas de ultrasonido, nueve tipos de arcos en ‘C’ y cinco tomógrafos de alta especialidad, con una inversión acumulada en tecnología médica superior a 350 millones de pesos. En seis años, los HCG pasaron de 7,434 a más de 9,000 plazas autorizadas, incrementaron un 246% las consultas externas, y elevaron el número de cirugías anuales de 40 mil a más de 52 mil.
La apuesta no solo es tecnológica, sino también humana y territorial. La inauguración del Hospital Civil de Oriente en Tonalá, amplía la cobertura hacia el oriente del Área Metropolitana de Guadalajara y municipios vecinos, con la meta de atender a medio millón de pacientes hacia finales de 2025. A esto se suma la proyección de tres nuevos hospitales en Puerto Vallarta, Tlajomulco y la región Altos Norte.
La declaratoria del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, como Patrimonio Cultural de Jalisco en 2022, no es solo un reconocimiento a su valor histórico, sino también un símbolo de continuidad en la función social de la salud pública. En tiempos donde la privatización silenciosa del sistema sanitario avanza, y donde la inequidad territorial en salud se agudiza, la vigencia de este modelo público-universitario resulta paradigmática.