Sublime Jalisco, cuya sexta edición se celebra este año, es un claro ejemplo del impulso que la entidad ha dado a las industrias creativas
Las industrias creativas han surgido como un factor clave para la transformación económica y cultural en América Latina. Este sector, también conocido como “economía naranja”, abarca una amplia gama de actividades que incluyen desde las artes, el diseño, la música, el cine, hasta los nuevos medios de comunicación y el software. La creatividad se ha posicionado como un insumo esencial en la producción de bienes y servicios que no solo aportan valor cultural, sino también un crecimiento significativo a las economías locales y globales.
En América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha señalado que las industrias culturales y creativas representan un 2.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional y emplean a casi 2 millones de personas. Estas cifras reflejan el potencial que tiene la creatividad no solo para generar ingresos, sino para impulsar la innovación y el cambio social. El crecimiento del sector en la región ha sido impulsado por la digitalización y la diversificación de los mercados culturales, además de nuevos modelos de financiación como las fintech y el crowdfunding, que han abierto un mundo de posibilidades a los emprendedores creativos.
Junto con estos avances, América Latina enfrenta desafíos estructurales que dificultan el pleno desarrollo de su potencial creativo. La informalidad en el empleo, la escasa protección de la propiedad intelectual y la limitada infraestructura tecnológica continúan siendo barreras significativas. A pesar de esto, se observa una tendencia clara: la creatividad, cuando se integra con la tecnología y los nuevos modelos de negocio, tiene el poder de transformar sectores económicos enteros y generar empleo de calidad.
Jalisco, y particularmente su capital Guadalajara, se han convertido en epicentros de esta transformación creativa. La entidad no solo es reconocida por su cultura y tradiciones, sino también por su papel como líder en innovación digital. Con una economía creativa que aporta un 3.1% al PIB de México, según el último informe del British Council, Jalisco ha sabido posicionarse como uno de los principales centros de producción creativa del país.
En el estado, actividades como el cine, el diseño, la producción de software y los servicios digitales han florecido, apoyadas por iniciativas públicas y privadas que fomentan la creación y la exportación de bienes y servicios creativos. Entre 2015 y 2018, el sector creativo de Jalisco creció un 5.38%, superando el promedio general de los sectores económicos del estado. Esto se debe, en gran parte, a la colaboración entre instituciones académicas, gobiernos locales y organizaciones internacionales que ven en Jalisco un punto estratégico para el desarrollo de la economía creativa.
Programas como Ciudad Creativa Digital y eventos como Sublime Jalisco, han consolidado este crecimiento al ofrecer plataformas para el intercambio de conocimiento, la capacitación y la creación de redes comerciales. Estos espacios no solo han permitido el crecimiento de las industrias locales, sino que también han conectado a Jalisco con mercados globales, destacando su talento y creatividad ante los ojos del mundo.
Sublime Jalisco, cuya sexta edición se celebra este año, es un claro ejemplo del impulso que la entidad ha dado a las industrias creativas. Nacido en 2018 gracias a la colaboración de la Asociación Jalisciense de Industrias Creativas (AJIC) y la Universidad de Guadalajara, Sublime ha evolucionado hasta convertirse en un referente internacional, atrayendo a expertos en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) aplicada a la producción digital, además de abrir espacios para el diálogo y la reflexión en torno al futuro de las industrias creativas.
Además de las proyecciones, masterclass y talleres, Sublime Jalisco pone el foco en uno de los temas más relevantes para la industria creativa: la inteligencia artificial generativa. Este tipo de IA está cambiando la forma en que se crean contenidos digitales, y eventos como Sublime permiten que los creativos locales exploren su potencial, al tiempo que reflexionan sobre los desafíos éticos y las buenas prácticas que deben seguirse.