¿Qué nos espera si gana Trump?

Ciudad de México /

Debemos estar prevenidos en caso de que Trump sea elegido por segunda ocasión como presidente de Estados Unidos. Ya hemos empezado a ver que, por una u otra razón, México será un tema recurrente en la campaña presidencial estadunidense. Considero que hay cuatro aspectos de política pública en los que una posible presidencia de Trump podría tener efectos importantes para México: comercio, inversión, migración y seguridad. Por mi sesgo profesional, me concentraré en los dos primeros temas.

Una primera preocupación es qué va a querer hacer Trump con el Tratado México-EU-Canadá (T-MEC). Recordemos que en la negociación de este acuerdo se incluyó una cláusula que establecía una posible revisión del tratado en 2026. Es importante tener claro que esta cláusula no estipula la necesidad o inevitabilidad de que ocurra una renegociación. En realidad, la cláusula solo establece que las partes deben reafirmar su compromiso por mantener el acuerdo vigente cada seis años, en cuyo caso se extiende la duración del acuerdo por otros 16 años. En 2026 los países firmantes del tratado pueden solicitar una revisión, una renegociación o incluso rechazar su continuación, lo que tampoco implicaría su terminación inmediata, sino que habría un periodo de gracia de 10 años en los que podría llegarse a un nuevo acuerdo. En ese sentido, no deberíamos preocuparnos (o al menos no en el corto plazo) por una posible terminación inmediata del tratado.

Creo que, en general, tampoco deberíamos preocuparnos por una potencial renegociación del T-MEC. Recordemos que el T-MEC fue negociado ya con Trump en la presidencia de Estados Unidos y que él lo considera como “el mejor acuerdo comercial jamás alcanzado”. Trump sabe que el simple hecho de plantear una renegociación del T-MEC generaría una incertidumbre que no beneficiaría a ninguno de los países involucrados y que produciría enormes pérdidas en diversos sectores económicos. No creo que Trump ni ningún otro presidente estén dispuestos a incurrir en estos costos.

Sin embargo, esto no implica que debamos dar por sentado que no ocurrirán sorpresas en el ámbito comercial. Ya hemos visto que a Trump le gusta utilizar la amenaza de imponer aranceles a algunos productos como arma de negociación. A él no le importa si esto es violatorio del propio acuerdo comercial o de las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Trump sabe que puede hacerlo y que no habría nadie que se lo impidiera. En este sentido, Trump ya ha planteado su intención de aplicar aranceles a los autos fabricados en México de origen chino. Esto, por supuesto, iría en contra de lo establecido en el T-MEC, que permite que otros países puedan producir en alguno de los países firmantes y beneficiarse del trato comercial preferencial. Y aquí es en donde entra el tema de la inversión. Lo que en realidad está tratando de hacer Trump es de prevenir que México acepte la inversión de origen chino en algunos sectores estratégicos. Si la aceptáramos, un potencial presidente Trump les impondría un arancel a estos productos, lo que nos pondría en el predicamento de defender los términos del tratado y confrontarnos con Estados Unidos o de aceptar lo que a todas luces sería violatorio del T-MEC. Ese va a ser el dilema al que tendremos que enfrentarnos en caso de que gane Trump. Un dilema nada sencillo.


  • Gerardo Esquivel
  • Economista.
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