En prácticamente cualquier economía, el componente más importante del PIB por el lado del gasto es el consumo privado. Los otros componentes son el consumo público, la inversión y las exportaciones netas. En el caso de México, el consumo privado ya representa poco más del 71% del PIB. Por lo mismo, resultan preocupantes las cifras recientes de este indicador, las cuales nos alertan de una cierta tendencia recesiva en la economía mexicana.
Según el reporte más reciente del Inegi, el consumo privado en diciembre de 2024 disminuyó en 1.1% con respecto a noviembre del mismo año. Pudiera pensarse que quizá fue un mal mes; sin embargo, si uno ve la tasa de crecimiento mensual del consumo privado, esta ha sido negativa en 6 de los últimos 9 meses. En otro mes se estancó (agosto) y solo creció un poco durante los meses de julio y noviembre. De hecho, en una comparación anual, es decir, de diciembre a diciembre, el consumo privado en México ya presenta una disminución de 0.8%. Un desglose adicional muestra que, en este mismo periodo, el consumo de bienes nacionales e importados disminuyó en 1.9% y 5.1%, respectivamente. El único tipo de consumo que creció fue el de servicios nacionales (2.3%), aunque en un monto insuficiente para compensar la caída en los otros rubros.
Otros indicadores oportunos revelan una tendencia similar. Las ventas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad) a tiendas iguales (es decir, en establecimientos con más de un año de operación) mostraron una contracción en términos reales en su variación anual tanto en diciembre de 2024 (-2.9%) como en enero y febrero de 2025 (-2.2% y -5.5%, respectivamente). Es posible que el dato de febrero exagere la caída, ya que febrero de 2024 tuvo un día más. Sin embargo, aun tomando eso en consideración, la contracción en las ventas en los últimos tres meses no es menor.
Las cifras de la Antad que se refieren a tiendas totales (es decir, que incluyen las ventas en las nuevas tiendas en operación) muestran un comportamiento menos negativo, pero igualmente revelan una cierta tendencia a la baja: la tasa de crecimiento anual real en este caso es de -0.2, 0.4 y -3% en diciembre de 2024, enero y febrero de 2025, respectivamente. De hecho, con excepción del periodo de la pandemia, se trata del peor desempeño en las ventas en este tipo de tiendas al menos en los últimos 10 años.
Otra cosa que revelan las cifras de la Antad es que la tendencia a la baja en las ventas es generalizada, ya que ocurre tanto en tiendas de autoservicio como en departamentales y en especializadas. Las cifras de la Antad son un buen termómetro de lo que está pasando con el consumo privado, ya que sus tiendas afiliadas representan poco más del 40% de las ventas totales al menudeo en el país.
¿Por qué está cayendo el consumo a pesar del aumento en las transferencias de programas sociales y del aumento en términos reales del salario mínimo? La caída es una consecuencia de la desaceleración en la actividad económica y de la baja creación de empleos formales. Al mismo tiempo, esta reducción podría acentuar la desaceleración. No es un tema menor.