En días pasados parte de la población se dio la oportunidad de presenciar el primero de los dos eclipses que se podrían observar en nuestro territorio nacional, este fenómeno fue de tipo anular, ya que el disco de la Luna por ciertas características de distancia y posición orbital no cubrió en su totalidad el disco del Sol, y en nuestro estado se vería como un eclipse parcial, por lo que a la mayoría de la población, ocupada en sus actividades cotidianas no se percató de la ocurrencia del mismo, pero el del próximo 8 de abril del 2024, a todos lo que se trasladen a los vecinos estados del norte como son, Sinaloa, Durango o Coahuila, vivirán una de las experiencias más impactante en el campo de la astronomía o de los fenómenos naturales que se puedan experimentar aquí en nuestro planeta, el de presenciar en pleno día, el atardecer, la noche y el amanecer en el transcurso de unos minutos, y solamente en un evento como este, es posible ver a simple vista las protuberancias solares a lo largo del limbo, así como los filamentos de la corona.
Cuando la Luna nueva se encuentra más cercana a la Tierra (perigeo), la penumbra alcanza la superficie de esta y un observador dependiendo de su ubicación verá un eclipse total, aunque en el transcurso de la vida promedio de una persona, le sea factible la observación de varios eclipses de Sol, por lo general por la falta de información, o de interés, no a sido testigo de este tipo de fenómenos, la historia no da claros ejemplos de cómo por la observación de este tipo de acontecimientos, ya sea un eclipse de Sol o de Luna, el paso de un cometa o una lluvia de estrella, un niño o un adolescente intrigado por comprender el fenómeno y la belleza del mismo, se decidió a la búsqueda de respuestas por lo que siguió un camino en la investigación científica.
Este próximo 8 de abril del 2024, aprovechemos la oportunidad de programar nuestras vacaciones para visitar un lugar al norte de nuestro país, conocer los atractivos turísticos que nos ofrece en las bellezas naturales, gastronomía y cultura del lugar que elijamos, y de paso ser testigos del funcionamiento de la mecánica celeste, de las teorías de Aristarco, Kepler, Newton y tantos pensadores que pusieron su mente en las estrellas.