El cielo de invierno

Ciudad de México /

En los próximos días, el 21 de diciembre para ser más exactos, dará inicio el invierno. Pareciera que ya estamos en esta estación, por las condiciones climáticas y sobre todo por la temperatura en estos últimos días del otoño, pero el solsticio de invierno, o sea, el lugar donde el Sol se detiene en su punto más al sur, ocurrirá el día 21. Y precisamente en estas próximas noches, si las condiciones climáticas lo permiten, los amantes de las estrellas tendremos la oportunidad de contemplar una de las constelaciones más representativas de la bóveda celeste, junto con algunos de los objetos más interesantes de observar con un telescopio de aficionado en la estación invernal.

Ya hace algunas semanas empezó a aparecer por el horizonte oriente la figura inconfundible del gran cazador de la mitología griega “Orión”, en incansable persecución del gigantesco alacrán en su huida por el horizonte poniente. La constelación de Orión es una de las más fáciles de identificar por su gran tamaño y sus estrellas brillantes, Betelgeuse (Alfa Orionis), Bellatrix (Gama Orionis), Rigel (Beta Orionis), que es la estrella más brillante de la constelación, y Saiph (Kappa Orionis); las dos primeras colocadas en los hombros del gigante y las otras dos formando las rodillas; entre éstas tenemos a un conjunto de tres estrellas alineadas que forman el llamado cinturón de Orión, cuyos nombres son: Alnitak (Zeta Orionis), Alnilam (Épsilon Orionis) y Mintaka (Delta Orionis), que en la tradición se les conoce como los tres reyes magos. Precisamente entre estas tres estrellas y la dos que forman las rodillas, Rigel y Saiph, se encuentran otro grupo de estrellas menos brillantes y el objeto central que no logra definirse puntualmente; éste es precisamente la gran Nebulosa de Orión, conocida por los aficionados como M42 (número correspondiente al Catálogo Messier o NGC 1976 (Nuevo Catálogo General); está situada a una distancia de 1,350 años luz y tiene un diámetro aproximado de 24 años luz. Llamado este conjunto La Espada de Orión, la nebulosa contiene nubes interestelares, cúmulos estelares, regiones H II y nebulosas de reflexión. Es un área donde están naciendo nuevas estrellas, ya que el polvo cósmico las está formando a medida que se va asociando debido a la atracción gravitatoria. Observaciones recientes han registrado aproximadamente setecientas estrellas en diferentes etapas de formación.

Al observar la bóveda celeste, no solamente estamos examinando diferentes tipos de objetos celestes como planetas, estrellas, nebulosas o galaxias, sino que somos testigos de las diferentes etapas evolutivas por las que ha recorrido nuestro universo a través de miles de millones de años y, por circunstancias de nuestra especie, somos capaces de admirarlas visualmente y, sobre todo, de reflexionar acerca de sus misterios.


  • Gerardo A. Rizo
  • www.sagdl.org
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