Historias y tradiciones escritas en las estrellas

Jalisco /

Parte de nuestro comportamiento dentro de la sociedad se ha ido forjando a través del tiempo, de acuerdo a la percepción que tenían los primeros pobladores acerca del mundo que les rodeaba. Al no comprender el funcionamiento de los fenómenos naturales, los sacerdotes-astrónomos de cada grupo humano les asignaron interpretaciones de acuerdo a sus necesidades de supervivencia; crearon dioses, seres fantásticos con poderes para cada emoción, deseo o aspiración humana, y las estrellas jugaron un papel primordial en la conformación de su estructura y comportamiento social. Realizaron un esfuerzo descomunal en tiempo y trabajo para la construcción de obras monumentales, como los zigurats en la región del Tigris y el Éufrates, para poder comunicarse con sus dioses y trasmitir sus deseos al gobernante en turno. El sacerdote-astrónomo subía a la parte alta de la construcción donde se localizaba el templo, y por medio de la interpretación de las luminarias de la bóveda celeste, marcaba el destino de su pueblo.

Estas tradiciones y costumbres, ha llegado hasta nuestros días, asimilando las diferentes religiones estas cosmovisiones antiguas. Podemos a finales del otoño observar en el horizonte este un grupo de estrellas que han llamado poderosamente la atención desde tiempos inmemoriales, conocido en la antigüedad griega con el nombre de Orión, el gran cazador. Dicha constelación está formada por este personaje de la mitología griega, con el cinturón donde porta su espada, su escudo, y acompañado por otras constelaciones como el Can Mayor y el Can Menor, sus perros de caza. Precisamente las estrellas que forman el asterismo llamado el Cinturón de Orión, cuyos nombres provienen de la cultura árabe: Alnilam, Alnitak y Mintaka, estrellas muy brillantes, que incluso desde grandes ciudades se pueden ver a simple vista; al verlas aparecer en las primeras horas de la noche de otoño por el horizonte, nos recuerdan a los reyes magos venidos de oriente guiados por la estrella de Belén, en su camino en busca del niño dios. En su recorrido aparente por la bóveda celeste podemos observar muy cerca de estas tres estrellas, a la estrella más luminosa de todo el cielo (magnitud aparente, dada su cercanía a nuestro sistema solar), la de mayor luminosidad de la constelación del Can Mayor, Sirio.

Aprovechemos la ocasión para contarles a nuestros hijos, nietos, las historias escritas en las estrellas, y así aprender un poco más de astronomía e historias de los pueblos y sus culturas y tradiciones.

Gerardo Rizo

www.sagdl.org


  • Gerardo A. Rizo
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