Un recorrido por la bóveda celeste

Ciudad de México /

Este pasado fin de semana, la noche del sábado 18 al domingo 19 de marzo, se presentó de nueva cuenta la oportunidad para que todos los aficionados a la astronomía del hemisferio norte lleváramos a cabo el famoso Maratón Messier, recordando a este astrónomo aficionado de origen francés que nació en el año de 1730. Dotado de grandes habilidades para el dibujo, fue contratado por el astrónomo real, Joseph Nicolas Delisle, ya que por aquella época los mapas estelares eran elaborados a mano. Desarrolló una pasión por la búsqueda de cometas, el año de 1764 lo dedicó empeñosamente a este fin y descubrió una buena cantidad de estos visitantes del sistema solar; pero por lo que lo recordamos en la actualidad los aficionados a la astronomía es por la elaboración de su catálogo, que realizó con el fin de anotar una serie de objetos celestes nebulosos que se confundían con posibles cometas. Estos objetos eran galaxias, nebulosas de diferentes tipos, cúmulos abiertos y globulares, pero los aparatos de su época no podían definirlos correctamente. Con la ayuda de su colaborador, el astrónomo de la marina André Méchain, presentó en total finalmente un catálogo con 110 objetos “nebulosos”, y precisamente en el fin de semana más cercano a la Luna Nueva del mes de marzo se dan las condiciones para observar en una sola noche la totalidad de los objetos contenidos en el ahora famoso catálogo de Charles Messier.

Con este motivo, un grupo de la Sociedad Astronómica Guadalajara se trasladó a un lugar cercano al municipio de Atemajac de Brizuela, que se encuentra a 2100 metros sobre el nivel del mar, para instalar el campamento de observación, preparar el equipo astronómico, los mapas estelares, juego de oculares, filtros, lámpara con luz roja, ropa adecuada para las condiciones de temperatura que se presentarán durante la noche, y algunos víveres. El evento inicia poco después de la puesta del Sol, aproximadamente a las 19 horas con 5 minutos, para tratar de localizar el primer objeto en el cielo poniente entre el ocaso, la luz zodiacal y la rotación de la tierra que nos ocultará pronto este objeto y otros ubicados por esta zona. Entre los primeros objetos que hay que registrar está M74, ubicado en la zona este de la constelación de Piscis, en un campo pobre de estrellas brillantes, pero con estrellas de escasa magnitud muy cercanas; es uno de los objetos más difíciles del catálogo, se trata de una galaxia tipo Sc, de magnitud aparente 9,6 a una distancia de 30 millones de años luz. Finaliza el maratón poco antes de la salida del Sol, aproximadamente a las 6 horas con 58 minutos, para observar antes del crepúsculo al objeto M30; se trata de un cúmulo globular de magnitud 8.0 en la constelación de Capricornio, a una distancia de unos 35 mil años luz, y con éste se da por terminada la observación.

En esta ocasión estuvieron en el campamento algunos miembros de la asociación para realizar el maratón, como la compañera María Luisa Montaño con su invitada del club astronómico de la ciudad de Querétaro, Aletta Carmona; Miguel Beas con sus invitados, al odontólogo Jorge Moreno y su esposa, y varios más, incluyendo a un nuevo socio recién admitido en la agrupación, iniciando el capítulo infantil/juvenil, cursando el sexto año de primaria y con su reciente telescopio que le llegó en la navidad pasada, Esteban Nathanael Mendoza Ramírez, realizando un excelente maratón Messier, dándolo por terminado a las 4 horas con 50 minutos de la mañana del domingo 19.


  • Gerardo A. Rizo
  • www.sagdl.org
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