Coahuila último bastión del PRI

  • Nuevos Rumbos
  • Gerardo Torres Valdés

Laguna /

En Coahuila el Partido Revolucionario Institucional (PRI) demostró el domingo pasado su fortaleza; el tricolor junto a sus aliados apabulló a MORENA. 

El candidato ganador, Manolo Jiménez, obtuvo el 56.9% de la votación total, siendo el PRI el partido que más votos dio de la Alianza con el 47.32%, el PAN y el PRD otorgaron el 6.86% y 2.74% respectivamente. 

El PRI tenía cuatro factores importantes a su favor para llevarse la victoria: un gran gobierno de Miguel Ángel Riquelme Solís el cual se caracteriza por contar con importantes inversiones privadas nacionales y extranjeras que han permitido una sustantiva generación de empleos; un gobierno que tiene una política de seguridad clara y definida desde hace 12 años que ha hecho de Coahuila uno de los estados más seguros del país; una estructura partidista (la mejor de México) y operadores políticos del PRI coahuilense con mucho colmillo que echaron andar la maquinaria tricolor; por último, Manolo Jiménez fue un gran candidato, durante la campaña fue propositivo y carismático, joven con experiencia en política y en puestos de gobierno hizo un gran papel como presidente municipal de Saltillo, en su gestión su municipio fue de los más competitivos de México.

Militantes, simpatizantes, sectores y organizaciones, dirigentes y cuadros políticos jóvenes y de experiencia del tricolor cerraron filas en torno a la candidatura de Jiménez. 

El PRI nacional tiene que aprenderle mucho al priismo coahuilense, sobre todo en la unidad. La generación de cuadros políticos en la entidad norteña avizora un buen panorama en el corto, mediano y largo plazo para éste instituto político. 

Riquelme tejió finamente su sucesión, aglutinó a todas las corrientes del partido, junto con Manolo Jiménez, en el proyecto por la gubernatura y diputaciones locales. 

Además, la sinergia entre el sector privado estatal y el gobernador Riquelme trajo como resultado un respaldo mayoritario de la clase empresarial hacia el candidato de la Alianza.

En contra parte, el PRI perdió el Estado de México, entidad que se caracterizaba por tener una gran estructura política y con priísmo de cepa. 

La comentocracia de aquellos lares arguye que Alfredo del Mazo fue, en parte, responsable de la derrota, en primer lugar, porque el gobierno de del Mazo ha sido malo, diversas mediciones de casas encuestadoras arrojaban una calificación reprobatoria por parte de los mexiquenses hacia su gobierno estatal, en segundo lugar, porque no apoyó a su candidata Alejandra Moral, en la pre campaña y campaña electoral Del Mazo nunca asistió a un mitin para darle el respaldo a su abanderada y en política eso importa mucho; el dirigente del PRI nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, en diversas entrevistas a medios de comunicación un día posterior a la jornada electoral declaró que el gobernador traicionó al priismo mexiquense ya que operó a favor de Delfina Gómez, candidata de MORENA.

Coahuila es el último bastión del PRI, será la única entidad en la que el otrora partidazo gobernará cien años de manera consecutiva.

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