El día de ayer el presidente López Obrador realizó su primera visita oficial de trabajo (que no visita de Estado, esta tiene características distintas a la visita oficial) al extranjero, teniendo como objetivo toral celebrar con el presidente Donald Trump la entrada en vigor del T-MEC. El simbolismo ha sido parte de la gestión presidencial de López Obrador, ejemplo de ello fueron las acciones realizadas durante esta visita.
Lo primero que hizo el presidente mexicano apenas llegó a la capital estadounidense fue visitar el monumento a Benito Juárez (su referente político) y el monumento a Abraham Lincoln (presidente con el que Juárez tuvo una estrecha relación).
Posteriormente, ya en la Casa Blanca, allende de cifras macroeconómicas o datos duros de lo que representa el T-MEC para la economía de la región, López Obrador dio un discurso político con alto contenido histórico, haciendo referencia a la honda relación bilateral que ambos países han tenido desde el siglo XIX hasta la fecha, además, destacó la importancia que tienen los trabajadores en la productividad de las empresas y que con el actual tratado se pretende mejorar sus salarios; mientras que, su homólogo estadounidense fue más corto en su mensaje, hizo mención, al igual que López Obrador, de la cercana relación entre Lincoln y Juárez; “nos une el comercio, la comida, la historia y la fe” fue una las primeras oraciones que dijo cuando hizo uso de la voz.
Ambos mandatarios dieron un discurso equilibrado y sin sobresaltos, podemos decir que el presidente mexicano “la libro”, aunque en el culmen de su discurso haya sido poco oportuno al declarar lo siguiente: “(Trump) le agradezco que nunca nos ha impuesto nada que vulnere nuestra soberanía nacional”; “ al pueblo estadounidense le digo que su presidente se ha comportado con gentileza y respeto”, ambas declaraciones están totalmente alejadas de la realidad, con su política chovinista Trump ha resultado ser un oprobio para los mexicanos que vivimos aquí (México) y para los que viven en Estados Unidos.
Es muy probable que en las elecciones presidenciales venideras de Estados Unidos gane el Partido Demócrata, Trump se ha quedado rezagado frente a Joe Biden, en la mayoría de las encuestas el candidato demócrata supera el 50% de intención de voto, en tanto Trump está por debajo del 45%.
Por el bien del país espero que gane Biden ya que la relación bilateral entre México y Estados Unidos sería más respetuosa y cercana ideológicamente.