Rumbo a las elecciones presidenciales de Estados Unidos (II)

  • Nuevos Rumbos
  • Gerardo Torres Valdés

Laguna /

Donald Trump, por su parte, llega a esta elección siendo un presidente que ha encaminado a Estados Unidos a la polarización con su discurso nativista, llegó al poder con base en una retórica que prometía a Estados Unidos regresar a la grandeza, el lema de campaña del mandatario estadounidense durante la elección pasada fue: “Make America Great Again” (Hacer a Estados Unidos grande otra vez). 

Después de cuatro años se puede ver que Estados Unidos está muy lejos de la grandeza prometida por el ahora presidente.

Desde el arribo de Trump a la Casa Blanca el ambiente económico, político y social de la aún primera potencia mundial ha cambiado. 

En el ámbito interno, el tejido social de Estados Unidos desde hace tiempo venía dando señales de un resquebrajamiento, los problemas raciales, que se pensaba era un tema ya solucionado, están presentes entre la sociedad. 

Por otro lado, el manejo de la pandemia ha sido un desastre, Estados Unidos es la nación con mayores casos del nuevo coronavirus, antes de la aparición del SARS-CoV-2 todo parecía indicar que Trump era el favorito en la contienda electoral, el entorno económico y político le eran benévolos, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio, la economía estadounidense creció en el último trimestre de 2019 a un ritmo de 2.3% de su PIB; en la cuestión política, la suerte estaba del lado del presidente, el partido demócrata estaba dividido.

La aparición de la COVID-19 alteró totalmente el panorama político-electoral de Trump. 

Hoy por hoy, el tema económico es el principal problema de Estados Unidos, según datos del Departamento del Trabajo, a causa de los efectos negativos derivados por la contingencia sanitaria, en julio había cerca de 51.2 millones de personas desempleadas. Asimismo, la pandemia representó una catarsis para los demócratas ya que el partido logró la unidad partidista.

En la política externa, como mencioné en la columna pasada, Estados Unidos perdió liderazgo internacional, su presencia en Oriente Medio, a pesar de seguir contando con cierta influencia, ha ido perdiendo fuerza y países como Rusia, China e Irán han sacado provecho, de igual manera, la relación con sus aliados en Europa se encuentra mermada.

Seguramente durante la campaña electoral Trump seguirá con el mismo discurso, su agenda política no va a cambiar, la prédica irá dirigida a su base electoral, empero esa misma base es la que ahorita está sufriendo los estragos económicos ocasionados por la COVID-19.

Hasta ahora Biden es amplio favorito, sin embargo, en política nada está escrito.

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