A la mitad de la carrera electoral por la gubernatura del Estado de México, Morena sigue siendo protagonista del Debate, sigue siendo el centro de atención al ir articulando el contexto a lo que más le favorece. Está apostando a cuidar la ventaja que tiene desde que se anunció que Delfina Gómez sería la candidata, y eso es estrategia.
Primero fue la “agenda” lo que imposibilitaría la asistencia de la maestra al primer debate, tema del que recularon y subsanaron, pero después fue la queja interpuesta por el actuar de la moderadora Ana Paula Ordorica. Hoy, vuelven a poner en el foco de atención a la moderadora Pamela Cerdeira a quien le dijeron “siempre no, gracias”, para elegir a la actual comunicadora de la UAEMéx, Ginarely Valencia, mediante un sorteo.
Morena está logrando minimizar sus pecados, tener como foco de atención a la moderadora y no así que, mediante ese ejercicio, se siga esparciendo el caso de corrupción con el que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación multó con 4.9 millones de pesos a Morena por haber retenido a los trabajadores de Texcoco 10 % de sus salarios cuando Delfina Gómez era la alcaldesa.
En contraparte, el equipo de Alejandra del Moral ha cedido a las peticiones morenistas con tal de que Delfina Gómez vaya al debate y no se cancele, pues sabemos que es la única forma de tener de frente a su rival. No obstante, si bien logró en el primer debate dar algunos golpes, la maestra salió bien librada, aunque perdió algunos puntos en las encuestas.
A mitad de la carrera electoral, la maestra busca conservar la ventaja que tiene. Su equipo ha jugado mediáticamente con el tema de las encuestas y ahora que se dieron cuenta que los números no son lo más importante están dando un giro a su estrategia mediante la polémica y, sobre todo, a seguir los pasos de la campaña del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador: con el “ya sabes quien”, el combate a la corrupción sin decir la forma en que lo haría, bajar los salarios de los funcionarios del gobierno e impulsar la transformación del Edomex, repito, sin decir cómo, demagogia pura al estilo de la 4T.
Mientras, Alejandra del Moral ha buscado aterrizar las propuestas, su estrategia ahora la trasladó a lo municipal, intentado convencer con compromisos en cada municipio; que si la calle, las luminarias, la deportiva, etcétera, lista de buenos propósitos pero que ya casi nadie cree, porque por años no han sido cumplidos. Esa es la losa que carga la priista, la de la incredulidad por los resultados del actual gobierno y el desprestigio de los anteriores.
Después del debate del 18 de mayo se esperan las encuestas más fidedignas, las que nos dirán si la distancia se acorta y se tiene un cierre de película o si se mantienen las cosas como hasta ahora. Nada para nadie en este momento, la silla de Lerdo 300 puede ser para quien sea.