Mañana se reactivará la polémica en el Congreso del Estado de México, por nada más y nada menos que hasta $13, 500 millones de pesos, que es la cantidad que el gobierno estatal quiere le autoricen como tope de endeudamiento para el año 2021.
En cálculos de los legisladores, esta cifra aumentaría al Estado de México su deuda histórica hasta por 60 mil millones de pesos, pues representaría un aumento de 22 por ciento.
Saltan desde luego algunas dudas sobre esta situación. Porque si bien es cierto que aumentaría de forma significativa la deuda, no es la primera vez que ocurre en la entidad. Recordemos que el exgobernador Eruviel Ávila, durante el periodo de 2011 al 2017, fue el que más deuda registró en las últimas dos décadas con más de 19 mil millones de pesos, casi la mitad de lo que se tiene actualmente. Es decir: por ahí no va, si lo vemos fríamente.
Es cierto que el gobierno de Alfredo Del Mazo ya suma dos créditos en lo que va de su administración, solicitados tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, uno por mil 800 millones de pesos y otro más por mil millones de pesos, ambos para la reconstrucción. Tampoco por aquí va entonces, deudas ya se han tenido y que tuvieron justificación.
También salta a la razón que parte de los proyectos que se financiarían con el empréstito son de conectividad aeroportuaria con Santa Lucía, obra pública y otros de beneficio para el gobierno federal, es decir, para terminar de sellar esa alineación que el gobernador Alfredo Del Mazo tiene con el presidente Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué los legisladores de Morena se estarán oponiendo a las obras funcionales para los grandes proyectos del presidente?
A decir de los legisladores morenistas, el gobierno estatal debe apretarse el cinturón en áreas que son la bandera principal de la administración de Alfredo Del Mazo, como el salario rosa, programa que han ido a la baja al menos en el último año. Por aquí tampoco va el tema señores legisladores.
La negociación creo que va más allá de los $13, 500 millones de pesos solicitados como deuda, la negociación principal está con cada uno de los legisladores morenistas y algunos petistas que reventaron la última sesión para no aprobar el paquete fiscal 2021. ¿Qué disgusto habrán tenido con las autoridades de Lerdo? ¿Qué berrinche habrán tenido como para que Morena no apoyara presupuestalmente los proyectos de Morena? O bien ¿qué pactos se habrán truncado?
El argumento es la deuda, el uso electoral, la austeridad. ¿Será?