Gran parte del presupuesto de México y América Latina se invierte en compras públicas, mediante procesos que involucran la participación de los sectores público y privado. Cuando estas compras se implementan bajo una real y efectiva competencia abierta generan impactos positivos para el Estado, las empresas y la ciudadanía. Esta condición, en México, se conoce como piso parejo y la primera vez que escuché el término me he imaginado una representación muy gráfica de lo que es la necesidad de conseguir las mismas oportunidades y competir en igualdad de condiciones en un mercado tan competitivo como lo es, el de la industria farmacéutica.
En mi experiencia profesional en América Latina y el Caribe, este principio se viene expresando con otras palabras pero que hacen referencia a un mismo marco de actuación universal, basado en principios tales como la transparencia y la integridad. Si hiciéramos una trasposición de estas dimensiones a un nivel global, estaríamos hablando de una agenda universal compuesta de grandes Objetivos de Desarrollo Sostenible, que los países miembros de las Naciones Unidas han acordado y que son un fundamento para lograr un piso parejo a nivel global.
Un gran desafío es traducir ese compromiso global en algo concreto que tenga impacto en la vida de las personas. Una de las mayores responsabilidades que tengo en UNOPS es lograr la implementación de proyectos y acciones en un marco que permita alcanzar esos grandes ideales. Este marco se denomina Gestión Pública Justa y Equitativa (#GPJE) y se compone de principios como la transparencia, integridad, eficacia, competencia abierta, igualdad de género e innovación. La aplicación de cada uno de ellos permite alcanzar un valor sostenible o dicho de otra forma, obtener mejores resultados con menos recursos, ampliando la posibilidad para el Estado de aplicar su plan de desarrollo y la Agenda 2030.
Un ejemplo que permitirá entender mejor el concepto de competencia abierta, o piso parejo y los beneficios que trae, es la compra de medicamentos y material de curación que UNOPS está llevando a cabo en México en estos meses. Su traducción literal es la estrategia de licitación, que significa dar las mismas oportunidades a todos los competidores de la industria nacional e internacional, eliminando aquellos impedimentos que reduzcan la competitividad o que no permitan alcanzar criterios de sostenibilidad.
Aterrizando aún más, se trata también de establecer una metodología clara y transparente en la fase de negociación, asegurar certeza de cantidades por adquirir, así como seguridad de pago y otras condiciones contractuales que finalmente benefician para lograr una relación óptima de costo-calidad. El sector privado se beneficia directamente, ya que cuando el mercado tiene certeza de que existe una igualdad de condiciones, sin favoritismos ni excepciones, se genera una mayor participación, una activación de la economía y transparencia.
En otras palabras, el beneficio será garantizar más medicamentos con la más alta calidad pero al precio justo, asegurando que más mexicanas y mexicanos puedan tener un mejor servicio de salud y calidad de vida. Recordemos que el piso parejo no es una mera aspiración individual, sino una responsabilidad colectiva y por ende debemos esforzarnos al máximo, compartiendo una misma visión y camino.
*Director Regional Adjunto para LAC UNOPS, contribución a título personal, no compromete a la UNOPS y a la ONU