Hablemos de impuestos

Jalisco /

Sé que muchos esperarían que, antes de hablar de impuestos, hablara de Ricardo Salinas,

pero creo que antes de hablar de la querella fiscal del dueño de Grupo Salinas, vale la pena que hagamos una reflexión general.

Usted ¿Cuánto paga de impuestos al día? Conste que estoy haciendo una pregunta que pocos se hacen en la cotidianeidad. Sabemos cuánto pagamos aquellos que debemos presentar declaraciones fiscales anuales o mensuales, los que revisan sus recibos laborales o los que llenan sus recibos de honorarios o facturas.

Tal vez, se engrosaría el conocimiento si viéramos cuánto pagamos de impuestos en la gasolina, el alcohol o los cigarros. Nos alarmaríamos si hiciéramos la misma reflexión hacia las golosinas o los alimentos chatarra. Ya no hablemos si vemos lo que se nos cobra por aranceles o por usar Uber o por el mero Impuesto al Valor Agregado.

(Déjenme recordar una anécdota. Mi primer recuerdo de impuestos fue por una campaña realizada en la época de José López Portillo cuando incorporaron el famoso IVA de 10 por ciento casi al final de su sexenio. La campaña era llamativa y hasta chistosa, por lo que en mi infancia temprana me llamó la atención. Era un acierto: hicieron amigable el pago de una nueva imposición que no sirvió para evitar el descarrilamiento de la economía mexicana luego del dispendio del frívolo presidente).

¿Ya sumaron? Hay quienes deben estar pagando el 40 por ciento de todo lo que reciben en impuestos. De hecho, existe el famoso día de la libertad fiscal, donde se supone que hay una fecha en el calendario que todo lo que uno gana ya no pasaría por el tasado gubernamental…que marcaría los primeros cinco, seis meses de cada año.

Como sea, pagamos impuestos en demasía. Financiamos a un gobierno que es caro y que nos dice que el uso de ese dinero es, hoy en día, mucho mejor que lo que sucedía en el pasado.

No obstante, eso no se ve en la vida cotidiana. Las calles están más rotas que antes en gran parte del país, los servicios de salud se deterioran con mayor velocidad, los campesinos no reciben los apoyos que reclaman, los maestros han recibido aumentos salariales pero continúan en la miseria y los programas sociales que dicen estar financiado con ahorros mágicamente no aparecen en la deuda gubernamental que está al doble.

El gobierno dice que no sube impuestos, pero la realidad clama una cosa distinta: uno paga más por la ropa de plataformas digitales, los autos compactos, las golosinas y los videojuegos, sólo por enumerar algunas cosas.

En el colmo, hay alcaldes que deciden ajustar sus tarifas de predial no porque necesiten los ingresos, sino por venganzas políticas.

El presidente municipal de Tequila se llama Diego Rivera. Se necesita tener muy mala suerte para llamarte así y no tener ningún talento y ese es el caso.

Rivera se ha ido en una cruzada contra la tequilera José Cuervo, incluso puso sellos de embargo por lo que dice es un adeudo de impuestos predial, calculado una decena de ocasiones por encima.

Habrá quienes aplaudan la locura sin considerar que ese tipo de movimientos autoritarios le pueden tocar a cualquier ciudadano. Rivera y su partido se escudan en el pretexto más sobado:

Cuervo es una empresa rica que se niega a cumplir con lo que los demás ciudadanos están obligados.

La realidad deja muy claro que en este caso como en otros la vendetta es lo que mueve al edil.

Muchos impuestos, pocos servicios, malos resultados, enorme propaganda.

La receta de la casa.

Dicho lo anterior, hablemos de lo que quieran.


  • Gonzalo Oliveros
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