El pasado martes 25 de abril, el Dr. Américo Villarreal Anaya, gobernador del estado, presentó a los tamaulipecos su Plan Estatal de Desarrollo 2022-2028. Este importante documento constituye la carta de navegación de la actual administración estatal y es el GPS con el cual habrá de guiar su gestión de gobierno durante estos seis años.
En esta oportunidad, se definieron los ejes rectores principales: Gobierno al servicio del pueblo, Progreso económico inclusivo y sostenible, y Política social para el bienestar; además se enunciaron las estrategias que aplicarán en cada rubro y las líneas de acción específicas que potenciarán el desarrollo del estado.
Incluye este documento cuatro ejes transversales: respeto irrestricto a los derechos humanos, participación ciudadana, desarrollo sostenible y combate a la corrupción. Es cierto, es un documento flexible, plural, incluyente y con visión humanista.
Hasta ahí, todo bien. Se cumple con el compromiso de presentar este documento que, sin duda, le da vitalidad y claridad al proyecto de gobierno en Tamaulipas.
Es un protocolo que han llevado a cabo cada administración estatal y, la verdad, casi nunca se cumple lo que ahí se plasma.
¿Qué podemos esperar los ciudadanos de a pie con este plan?
En principio, que se realicen las acciones y las obras de infraestructura que nos permitan recuperar nuestro ritmo de crecimiento y desarrollo.
Y por otra parte, tenemos confianza en que se impulsen gestiones para combatir la desigualdad y la injusticia, a través de programas sociales más efectivos y eficaces. Más allá de esfuerzos paternalistas, con pensiones y becas.
El Tamaulipas del futuro no puede quedarse en ese nivel.
La competencia en México y en el mundo exige elevar la calidad de nuestras políticas públicas, mejorar los índices educativos, de nuestros servicios y de las inversiones que llegan.
Requerimos más educación pero de mejor calidad. Más empleos pero mejor pagados. Acceso a la salud, con mejores hospitales y más medicamentos. Economía vigorosa, para dar el salto a una economía conectada al desarrollo y a la nueva tecnología.
El plan de desarrollo estatal debe ser fuente de soluciones y un frente de alternativas para conquistar la seguridad ciudadana y un ambiente de paz y armonía social.
Tamaulipas y su gente merecen un horizonte amplio de progreso y prosperidad. El doctor Américo Villarreal Anaya tiene la oportunidad histórica de conducirnos a una verdadera transformación. El gobernador tiene la palabra.