La NFL está de cabeza. Los que supuestamente serían equipos sotaneros están en la cima, y los que debían ganar partidos se han visto mal en la temporada 2024.
Hoy analizaremos algunas causas para entender un poco esta incomprensible campaña de la mejor liga profesional del mundo, al menos en materia de negocios.
Muy pocos apostaban a que los New York Jets, Los Ángeles Chargers, Washington Commanders, Minnesota Vikings, New Orleans Saints y Seattle Seahawks, por mencionar algunos equipos, tuvieran un arranque como el que han tenido, dando los duelos más emocionantes de la liga con jugadores veteranos de los que no se esperaba mucho, lo que ha sorprendido gratamente.
Otros, en cambio, como los San Francisco 49ers, Dallas Cowboys, Cincinnati Bengals, Miami Dolphins, Baltimore Ravens y Jacksonville Jaguars, han tenido un arranque para el olvido; se han visto erráticos y el panorama no pinta mejor para algunos de ellos.
Las lesiones de jugadores clave, sin duda, han afectado mucho a los equipos.
En lo personal, lo atribuyo a la decisión que tomó la liga y su Comisionado Roger Godell de extender a 18 semanas la temporada regular.
Los equipos han debido modificar la manera de planear la temporada en materia física; administrar fuerza y energía es muy necesario.
Gran cantidad de mariscales de campo de élite se han visto realmente mal después de tres jornadas.
Quarterbacks como Brock Purdy, Lamar Jackson y Trevor Lawrence, han tenido inicios bastante malos; aunque son buenos jugadores, no han podido entrar en ritmo y sus equipos están metidos de lleno en una mala racha, no han podido evitarlo, a pesar de su enorme y comprobado talento.
Hoy los pasadores de la NFL llegan al principio de temporada con un ritmo muy diferente al que acostumbraban, toda vez que jugarán 18 largas semanas de temporada regular; muchos de ellos no juegan pretemporada, o lo hacen muy limitadamente, por lo que inician fuera de ritmo; eso los obliga a tratar de entrar en sintonía muy rápido, lo que provoca que se vean erráticos, o bien, sufran lesiones por querer mostrarse de inmediato cuando su cuerpo aún no está en ritmo.
Millonarias son las ganancias que deja la NFL para los dueños y para la liga, sin embargo, implica un desgaste muy grande para los jugadores una campaña así.
Por ejemplo, un equipo que no avanza a postemporada debe enfrentar 20 partidos, incluyendo los tres de pretemporada y uno de descanso, y también deben entrenar a tope.
Por su parte, los equipos de playoff llegan a jugar hasta 24 partidos en toda la campaña, 3 de pretemporada, 17 de campaña regular, uno de semana bye y hasta cuatro de postemporada.
Otro de los factores es la gran competitividad que tiene esta extraordinaria liga.
El tope salarial obliga a que todos los equipos tengan un nivel muy similar, es decir, no hay tanta diferencia en nómina entre los 32 equipos, y un equipo gris o malo, con uno o dos jugadores clave y bien entrenados, puede ser aspirante en la siguiente temporada.
Hoy en día es muy difícil armar equipos contendientes solamente con la agencia libre.
Es imperativo que las gerencias, los entrenadores y los dueños deban ser efectivos al momento de hacer su trabajo en el draft, ya que mucha de la estructura de un buen equipo debe ser buena, efectiva y barata, toda vez que los grandes estelares absorberán salarios muy grandes y deben hacer mucho con poco dinero en el resto de los equipos.
Por ejemplo, el sueldo de un quarterback titular promedio es cercano a los 30 millones de dólares por temporada, aunado a un buen receptor con otros 25 más, lo que representa prácticamente la quinta parte de la nómina total del equipo.
Un equipo puede gastar hasta 255 millones de dólares en 53 jugadores.
Finalmente, quiero recomendar, como cada semana, el partido imperdible de la jornada.
Los Buffalo Bills visitarán a los Baltimore Ravens, quienes están urgidos de ganar y recuperar la confianza, pues han perdido partidos que estaba considerado que ganaran y no pueden dejar escapar a los Pittsburgh Steelers, punteros de la división con tres victorias.