Este domingo viviremos una nueva edición de una rivalidad legendaria de la NFL, cuando los Pittsburgh Steelers visiten a los Washington Commanders en el estadio Northwestern, en lo que será un duelo que nos hará recordar esos grandes partidos que escenificaron en la década de los setenta y principios de los ochenta.
Estas dos veteranas franquicias llegaron a la NFL casi al mismo tiempo.
El equipo de Washington llegó en 1932, haciéndose llamar Boston Braves, jugando solamente una temporada.
En 1933 hizo su aparición el de Pittsburgh, conocido en ese entonces como Pittsburgh Pirates, nombre con el que jugaron hasta 1939.
Washington es un equipo que ha batallado para regresar a un nivel de respeto; de hecho, no ganan un partido de postemporada desde 2005, cuando vencieron a los Tampa Bay Buccaners por marcador de 17 puntos a 10, cuando su mariscal de campo era el zurdo Mark Brunell.
Commanders es un equipo nuevo en 2024 con respecto al de 2023. La llegada de Jayden Daniels como quarterback procedente de Arizona State, vino a cambiar el rostro de la ofensiva.
Sin embargo, no es el único factor: también merece su crédito el coordinador ofensivo contratado por el equipo en la persona de Kliff Kinsbury, quien estuvo a punto de firmar por el mismo puesto con Las Vegas Raiders.
El Head Coach Dan Quinn llegó sin gustar mucho a los aficionados; venía después de haber estado con el acérrimo rival Dallas Cowboys como coordinador defensivo. No obstante, ha hecho un gran papel y en poco tiempo cambió al equipo.
Washington hoy en día juega con gran balance ofensivo, corren más de lo que lanzan el balón, lo que provoca que los equipos contrarios deban poner 4 o 5 jugadores en la línea frontal para poder detenerlos.
Esta situación ha favorecido para que Daniels pueda hacer engaños de corrida y lanzar pases en trayectorias de 5 o 10 yardas.
Después de tantas lesiones sufridas por quarterbacks en la NFL, Daniels y Quinn saben que este no puede correr siempre, por lo que se mantiene en la bolsa de protección, viéndose preciso y relajado cuando debe lanzar.
Cabe mencionar que tiene uno de los mejores brazos entre los quarterbacks novatos que llegaron este año.
Este domingo será muy interesante ver cómo se comporta Daniels con presión. Con jugadas de “Blitz”, los Steelers son especialistas en ello y no sería sorpresa si procuran confundir al novato mariscal de campo de los colorados.
Pittsburgh no le dará mucha oportunidad de buscar un segundo o tercer receptor a Daniels; deberá tomar decisiones rápidas y deshacerse del balón con rapidez, si no es que quiere ser golpeado toda la tarde.
Steelers, por su parte, también es líder de su división, y la llegada de Russell Wilson como quarterback titular provocó que el equipo reaccionara positivamente.
Sus ataques son mucho mejores que con Justine Fields, un joven jugador que no es hábil para tomar buenas lecturas y que, si bien ganaron con él como titular, no fue por su aportación como mariscal de campo, sino como corredor.
Najee Harris es muy buen running back; sin embargo, como tenían un marsical de campo inoperante, los equipos contrarios sabían que poniendo cuatro, cinco o hasta seis jugadores en la línea frontal, no tenía mucha oportunidad para avanzar y correr el balón como ahora lo está haciendo.
Ahora los rivales saben que Wilson es uno de los mejores de la liga para hacer engaños de entrega de balón, y eso provoca que deban destinar una línea de apoyadores atentos a saber si será corrida o pase; por ello, solo presionan con tres o máximo cuatro jugadores.
Los receptores de Pittsburgh no son nada espectaculares fuera de George Pickens, quien ha estado haciendo atrapadas espectaculares en las últimas semanas, y quien poco a poco se vuelve un receptor elite.
La llegada de Mike Williams algo debe ayudar, ya no es un super jugador como alguna vez se creyó que sería en Chargers, donde mostró talento para ser un buen segundo receptor, pero nunca un primero.
El ala cerrada le gusta mucho utilizarlo a Wilson, hacer un engaño, rolar de su lado derecho natural y buscar receptores desmarcados para lanzar corriendo —donde es especialmente bueno, pero necesita ayuda y protección de su joven línea ofensiva—.
La nueva “cortina de acero” es el sello de la casa, como siempre. TJ Watt es el gran líder del equipo con 6.5 capturas, pero el dato numérico es engañoso: siempre juega contra dobles o triples coberturas de hombres que le mandan, lo que brinda oportunidad para que otros puedan lucir.
Un aspecto donde sí ha estado encendido y que es muy valioso, es en el número de balones sueltos forzados, donde ha provocado cuatro pérdidas de posesión de sus rivales, departamento donde es líder de la liga.
Para detener la carrera, el amo y señor es Cameron Heyward, un jugador que pesa 133 kilogramos y mide 1.96 metros, una autentica muralla para contener la carrera y que es especialista en quitarse el bloqueo y recibir de frente a los corredores contrarios.
Finalmente, Minkah Fitzpatrick y Donte Jackson son los mejores jugadores del perímetro.
El primero de ellos es uno de los mejores de la liga y no le lanzan pases a su zona, lo cual provoca que busquen otros lugares a donde hacerlo, y eso lo ha aprovechado Jackson para ser el líder interceptor del equipo con tres envíos robados.
Un duelo de lujo podremos ver este domingo, cuando Steelers y Commanders nos regalen una nueva versión de estos dos equipos consentidos de la afición mexicana, donde tienen muchos seguidores.