Como si nada

Ciudad de México /

El atentado contra Omar García Harfuch y el asesinato del juez Uriel Villegas han puesto en la mesa de discusión la situación de la lucha contra el crimen organizado. ¿Los ataques del CJNG contra un juez federal y el policía civil más importante del país son una muestra de desesperación de una organización acorralada por los golpes que le ha asestado el gobierno (como la operación Agave Azul y la extradición del hijo del Mencho) o actos de un poder que desafían al Estado, exhiben su debilidad y, de paso, la vulnerabilidad de los ciudadanos?

No me gusta y me preocupa que la respuesta sea la segunda opción, pero creo que así es. Afirmar eso no significa que el CJNG sea más poderoso que el Estado, ni que esa banda criminal sea inmune a los golpes recibidos de parte del gobierno. La principal razón para sostener lo anterior es la inexistencia de una estrategia eficaz contra las organizaciones criminales en general, y en concreto contra la que comanda El Mencho, sin la cual es difícil imaginar su pronto fin. Y sí, el gobierno la ha atacado, pero esas acciones están lejos de representar una estrategia integral que la lleve a desaparecer.

Se anunció con bombo y platillo el operativo Agave Azul, que congeló casi 2 mil cuentas ligadas al CJNG (no necesariamente pertenecientes al cártel; hay cuentas de varios ayuntamientos) y se localizaron 2 mil 571 “operaciones inusuales” por 2 mil 951 millones de pesos y 38 mil 459 “operaciones relevantes” por 11 mil 478 millones de pesos. Lenguaje y cifras para incautos, pues ni operaciones inusuales o relevantes significan operaciones delictivas. Son solo indicios de que detrás de ellas pudiera haber delitos. Pero eso hay que investigarlo y demostrarlo y, cuando tengan las pruebas, buscar a los responsables, encontrarlos, detenerlos y llevarlos a los juzgados. De eso, ¿qué han informado? Nada. Apuesto a que en los próximos meses no habrá muchas carpetas de investigación (en una de esas, ninguna) y sí cientos de amparos ganados contra el congelamiento de cuentas. La operación agave se convertirá en operación humo.

¿Tiene la Fiscalía los recursos necesarios para hacer esas investigaciones? Pocos e insuficientes. ¿Tiene el gabinete de seguridad instrucciones del presidente de desmantelar en todo el territorio nacional los mercados ilegales en que participa el CJNG? No. ¿Hay coordinación real con todos los gobernadores —incluido Enrique Alfaro, al que odian cordialmente en Palacio Nacional— donde opera el CJNG para sumar esfuerzos y recursos contra ese cártel? Lo dudo mucho. ¿Tiene el Estado un plan para fortalecer a las policías locales y ministeriales, de manera que puedan ser las aliadas estratégicas de la Guardia Nacional en la lucha contra la violencia y tiene la SHCP la instrucción de financiarlo? No solo no lo tienen, sino que se niegan a tenerlo.

El CJNG no puede derrotar al Estado, pero lo seguirá amedrentado y, de paso, a los ciudadanos nos tendrán atemorizados. Eventualmente el gobierno les dará otros golpes, incluso pudieran detener al Mencho. Ojalá. Pero eso no significará su desmantelamiento, cosa que es muy distinta. Mala señal si pronto no hay un castigo ejemplar a ese cártel. Pero no creo que la haya. La razón: AMLO no quiere hacer valer el poder del Estado (lo cual no significa solo uso de la violencia) al afirmar que no declarará ninguna guerra. Y eso maniatará al gabinete de seguridad, que seguirá actuando solo de manera reactiva, no estratégicamente. Como si nada hubiera pasado.

  • Guillermo Valdés Castellanos
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