El 23 de abril de 2020, el subsecretario de Salud López-Gatell, vocero oficial de la pandemia en México, dijo que esta le costaría a México entre 6 y 8 mil muertos.
El 4 de junio siguiente, cambió sus cifras. Dijo que un número “plausible” de muertes sería de entre 30 y 35 mil. Ese mismo día añadió que un escenario “catastrófico” sería llegar a 60 mil muertes .
El número de muertos acumulados anteayer, lunes, era de 67 mil 781. No uso estas cifras para exhibir los fallos numéricos del subsecretario, sino para mostrar hasta qué punto el gobierno mexicano ha desconocido, desde sus fases iniciales, el tamaño del problema nacional al que se enfrenta.
La realidad ha corregido dramáticamente los pronósticos oficiales porque los pronósticos estaban lejos de la realidad. Ahora, la autoridad ha dejado de hacer pronósticos numéricos pero la realidad sigue corrigiéndola dramáticamente.
Cuando hace unas semanas la Secretaría de Salud empezó a dar información sobre los muertos excedentes del año, es decir, las muertes que rebasan los números registrados del año anterior, apareció en toda su crudeza la posibilidad de que la cuenta oficial de muertos por covid-19 sea mucho menor que la real.
Porque la cuenta de muertes excedentes de 2020 ha resultado muy alta y solo puede explicarse por un acontecimiento catastrófico inesperado, como el covid-19.
A partir de los muertos excedentes reportados por la propia Secretaría de Salud, se ha generalizado entre epidemiólogos y estadísticos la certeza de un enorme subregistro de defunciones.
Con los datos de muertes excedentes de Ciudad de México se llega a una cifra 3.8 veces mayor de la oficial: más de 31 mil muertos. Con los datos de muertes excedentes reportadas por 20 estados de la república, se llega a un número de muertos 2.7 veces mayor al reconocido oficialmente: cerca de 183 mil.
La mala política seguida ante la pandemia ha alargado la crisis económica. En lugar de los tres o cuatro meses que tomó en otros países contener la enfermedad y abrir la economía, en México tomará nueve o 10, lo cual agravará la crisis económica y social que ha cambiado para mal, por muchos años, el país en que estamos.
hector.aguilarcamin@milenio.com