Le preguntan: “Gane , pierda o empate, ¿se compromete hoy a una transmisión pacífica del poder después de las elecciones?”
“Vamos a ver qué pasa”, contesta Donald Trump. “Las boletas son un desastre. Los demócratas lo saben mejor que nadie. Y no va a haber una transmisión, va a haber una continuidad”.
La prensa estadunidense ha empezado a documentar la estrategia de Trump para cuestionar las elecciones de noviembre, sumirlas en un pantano de acusaciones de fraude y jugar sus cartas en una batalla legal de recuentos donde los votos reales hayan dejado de importar.
La pieza periodística que está en todas las manos, aunque no la única, es la escrita por Barton Gellman para The Atlantic (https://bit.ly/3j12wTT).
Gellman obtuvo de un consejero legal de Trump la descripción del corazón de la estrategia del presidente. Es esta: “Si el resultado de la noche de la elección cambia por votos que se cuentan después del día de la elección, tienes los ingredientes básicos para un tormentón (shitstorm) ”.
Lo que crea el espacio para ese enredo es que buena parte de la elección será por correo, debido a la pandemia. El procedimiento puede dar lugar a una enorme cantidad de pequeñas irregularidades, como que estén mal las firmas o las direcciones de los votantes, y a un retraso en el conteo.
El retraso puede llevar el resultado a un berenjenal de querellas legales cuya consecuencia puede ser que no haya un resultado, sino un litigio. El riesgo es que haya un impasse parecido al que obligó al recuento de Florida en la elección de Bush vs. Gore del año 2000, pero ahora en muchos de los estados de la Unión.
Un mecanismo sería, según dijeron asesores de Trump a Gellman, saltarse los resultados de la elección, alegando fraude, en estados competidos donde los republicanos tengan la mayoría y designar ahí electores pro Trump.
“La pandemia, un presidente temerario, el diluvio de votos por correo, un servicio postal destruido, renovados esfuerzos para anular votos y una carretada de alegatos jurídicos, pueden vencer la resquebrajada maquinaria electoral estadunidense “.
Todo esto en la democracia más antigua y orgullosamente funcional del mundo. Aquí arriba.
hector.aguilarcamin@milenio.com