Conforme aparecen datos de que la economía mexicana se detiene, hay anuncios oficiales de ampliación al salario mínimo y a las entregas de dinero en efectivo.
Queda claro que hay una idea simple en el gobierno, a saber, que puede distribuir mucho en salarios o en subsidios, sin que la economía produzca lo necesario para eso.
Es una fórmula ciega: repartir sin crecer, asumirse como un gobierno proveedor en una economía improductiva.
El dinero que el gobierno asigna en salarios o subsidios no puede venir sino de los impuestos que genera la economía o de las deudas que el gobierno contrae.
Sabemos todos dónde termina la historia de familias y gobiernos que gastan más de lo que ingresan y que se endeudan para seguir gastando: el costo de la deuda avanza sobre la familia o sobre el país y los pone tarde o temprano en situación de quiebra.
Esta es la sencilla realidad del gasto y del ingreso: no hay que gastar más de lo que se ingresa, a menos de que el gasto sea inversión, es decir, dinero que activa la economía y genera en el tiempo más dinero.
Se pueden medir económicamente las épocas de los países con esta sencilla regla: cuando gastaron improductivamente más de lo que tenían, terminaron en crisis severas. Cuando tomaron prestado e invirtieron bien lo que pedían prestado, tuvieron épocas de crecimiento y bienestar.
La deuda pública mexicana creció 68% entre 2018 y 2025. Saltó de 10.4 a 17.6 billones de pesos (billones: millones de millones de pesos).
No hemos visto reflejarse ese aumento de la deuda en inversiones productivas, en crecimiento y nueva riqueza. Todo se ha ido en gasto.
La realidad es muy muy terca: nadie puede vivir mucho tiempo por encima de lo que ingresa.
Arriesgo unas reglas de definición de pobreza y riqueza relativas:
Quien gasta menos de lo que ingresa, puede no ser rico, pero no es pobre. Quien gasta más de lo que ingresa, puede ser rico pero terminará pobre.
Nadie se escapa a esta regla simple: no gastes más de lo que tienes. El gobierno mexicano quiere escaparse de la regla, una vez más. Pero ya es preso de ella.