Leyes y salchichas a la 4T

Ciudad de México /

“Al que le gusten las salchichas y las leyes, que no vaya a ver cómo se hacen”, dijo Bismarck. Añado lo que sugiere el aforismo: “Quedará asqueado de ambas cosas”.

El 10 de septiembre y en la madrugada del 11 acudimos en el Senado a una lección pública, a quirófano abierto, de cómo hace sus leyes la mayoría gobernante, y de lo que está dispuesta a hacer para salirse con la suya: todo, y a la vista de quien quiera verlo.

Quizá con esa intención: que se vea la maniobra en toda su mezcla de vísceras y pellejos salchicheros.

No hablamos de cualquier cambio a la Constitución, sino, quizá, como dijo ayer Juan Ignacio Zavala en nuestro Bote Pronto de MILENIO, con Carlos Puig, de la reforma más trascendental que se haya hecho en la historia de nuestras constituciones.

¿Por qué? Porque la reforma judicial aprobada ayer no cambia sólo un artículo de la Constitución. Pone la plataforma para que el partido en el gobierno capture al Poder Judicial y termine, de facto, con la división de poderes que define a la República mexicana desde su primera Constitución de 1824.

Con amenazas y garantías de impunidad, el gobierno ganó el voto en favor de la reforma que necesitaba de la familia Yunes, dueña de la senaduría panista, pues su titular era Yunes hijo y el suplente Yunes padre.

De modo que el voto decisivo no vino del PRI, que se mantuvo en la línea, incluso con su senador expulsado Manlio Fabio Beltrones, sino del PAN, cuya ingenuidad política quedó exhibida patéticamente.

Por si la familia Yunes le fallaba, el gobierno tuvo un plan B. Se aseguró de la ausencia en la sesión de un senador de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, cuyo padre fue detenido a las 4 de la mañana del día 10 de septiembre en Campeche.

El senador Daniel Barreda, quien aprendió desde niño que la familia es primero, según dijo en un manifiesto, marchó a Campeche a cuidar de su padre detenido y faltó al Senado. Ya era senador suplente en funciones, y no tenía suplente.

Si los Yunes se hubieran rajado, con la ausencia de Barreda el gobierno habría tenido lo que quería.

Salchichas y leyes a la 4T.


  • Héctor Aguilar Camín
  • hector.aguilarcamin@milenio.com
  • Escritor, historiador, director de la Revista Nexos, publica Día con día en Milenio de lunes a viernes
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