En su nuevo libro llamado ¡Gracias!, el presidente López Obrador dice de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez:
“En realidad es ladina e igual de clasista y racista que los conservadores de mayor rango o nivel en la escala económica, social y política del país” (p. 509).
Yo no sé si para las autoridades electorales estas palabras son o no un delito, una intromisión en la campaña, prohibida y penada por la ley.
A mí me parece evidente que sí, pero no es eso lo que quiero subrayar ahora, sino el curioso efecto espejo de las palabras del Presidente.
Las acepciones de la palabra ladino según la Real Academia son“astuto, taimado, sagaz, hábil, artero, pillo, zorro, raposo, pícaro, bellaco, macuco”.
Medio México estará de acuerdo conmigo en que las acepciones de la palabra no describen mal muchas de las maneras del Presidente.
La palabra ladino le va bien, rebota en el espejo como un autorretrato. Freud llamaba a este mecanismo “proyección”: ver en otros lo que uno es.
Lo mismo pasa con otras palabras usadas por el Presidente para atacar a la candidata de la oposición.
Clasista, la llama, con oportuna desmemoria de sí mismo. No hemos oído nunca a Xóchitl Gálvez hablar clasistamente de los pobres. Al Presidente, sí.
Ha dicho de los pobres que son como mascotas a las que hay que cuidar, porque no pueden sin ayuda.
También los ha descrito como gente cuyo voto se puede comprar dándoles dinero en programas sociales, con la seguridad de que no fallarán a la hora del voto, como la voluble clase media.
El Presidente también llama racista a Xóchitl Gálvez, calificativo en cuyo uso se le atraviesa un pequeño accidente histórico:
Xóchitl Gálvez es una candidata presidencial de origen indígena, la primera de ese origen en nuestra historia.¿Quién es el racista aquí?
Sobre el conservadurismo de Gálvez, pasemos a la báscula a los dos, al Presidente y a la candidata de oposición.
Veamos quién es más conservador en materia de políticas de género, medio ambiente, educación, energías limpias o transparencia de ingresos personales.
Yo creo que está claro quién.