‘Brexit’ en la cuerda floja

  • Columna de Héctor Diego Medina Basave
  • Héctor Diego Medina Basave

Ciudad de México /

Theresa May, la primera ministra del Reino Unido, está desesperada. En un cuarto y último intento por salvar al Brexit está proponiendo un acuerdo de retirada en el que cede un poco hacia los dos extremos, pero además en caso de aprobarse, abre la posibilidad de un segundo referéndum. Lo que parecía prácticamente imposible hace algunas semanas, hoy ya es factible, por lo que el Brexit empieza a tambalearse un poco.

Si bien esto no garantiza nada, al menos sí abre una ventana por primera vez desde que los británicos decidieron, con poca ventaja, que el Reino Unido debía dejar la Unión Europea. Muchos jóvenes se han ido arrepintiendo de votar a favor del Brexit o de no votar, y se justifican diciendo que no estaba claro de qué forma se llevaría a cabo la retirada, o que tenían poca información sobre qué significaba esa retirada para la vida económica y social de su país, más allá de sentimientos de nacionalismo exacerbado. Ahora Theresa May pone sobre la mesa esta propuesta que podría terminar en un referéndum “confirmatorio”, con previa aprobación del Parlamento, claro.

El problema es que a la primera ministra le deben quedar poco tiempo en su puesto, porque al intentar ceder hacia un extremo y el otro, ha enfurecido tanto a laboristas anti-Brexit que ven un proceso complicado y con pocas garantías de lograr el referéndum, como a conservadores pro-Brexit, que ven en la sola posibilidad del segundo referéndum, una traición al mandato del primero. Pero lo cierto es que, se logre o no este acuerdo, el Brexit ha perdido fuerza y esto lo debilitará aún más.

Apunte spiritualis. Un segundo referéndum mandaría un mensaje muy relevante a

Europa y al mundo, independientemente de cómo se formule: hacerlo sería reconocer un error de precipitación nacionalista y si lograra destruir al Brexit, sería un triunfo para el multilateralismo y el globalismo, con una advertencia para regular y rectificar aquellos efectos secundarios que ultimadamente fueron la chispa que permitió a los nacionalistas crear el Brexit.

hectordiego@gmail.com

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