Decía mi abuelo que agradecer, más que una obligación, es un privilegio. Es una actitud hacia la vida, una forma de ser. Se trata de valorar, saber que aquí estamos de paso, que todo es impermanente y que cada momento tiene su lugar, su principio y su fin. Hoy me toca despedirme de estas páginas, y me voy con un profundo agradecimiento hacia Grupo MILENIO.
Hace casi 12 años, Francisco González y Luis Petersen me invitaron a escribir esta columna semanal, y desde entonces he enviado mi colaboración con mucho gusto y pasión. Definitivamente y como dice el mejor eslogan de medios, aquí hice lo que me gusta: pude expresarme sobre temas que considero de gran relevancia, aquellos que tienen que ver con la política internacional, las tendencias sociales en el ámbito global, el diálogo interreligioso, entre otros, y lo hice con absoluta libertad. Siempre he dicho que tenemos que “internacionalizar” nuestras preocupaciones, nos hace muy bien, tanto en lo periodístico como en lo humano, aunque estoy consciente de la dificultad para transmitir estos temas en medio de la coyuntura nacional y local.
Cada una de las más de 600 ocasiones en las que escribí esta columna, la cual llamé “Paradojas” por lo contra-intuitivo que puede ser nuestro mundo, lo hice con mucha responsabilidad y con la convicción de que detenernos a reflexionar ampliando, aunque sea por un momento, nuestro enfoque, haciendo un zoom out a las circunstancias de interés general, nos ayuda a ejercitar la empatía, a comprender mejor al “otro” y por tanto entender al momento que vive el planeta.
Reitero mi agradecimiento de corazón a Grupo MILENIO, a la familia González, a don Francisco, Francisco y Jesús por haberme dado la oportunidad de expresarme aquí por más de una década. Gracias también a Carlos Marín y Luis Petersen, quienes me dieron su apoyo en su momento; a Ángel Cong, Adrián Loaiza, Javier Sepúlveda y a todo el equipo de MILENIO, los de antes y los de ahora, y sobre todo gracias a los lectores que me han hecho el favor de comentar, criticar, enriquecer.
Apunte spiritualis. “Llegará un momento en que creas que todo ha terminado. Ese será el principio”. - Epicuro.
Héctor Diego Medina
hectordiego@gmail.com