Los británicos están atorados con el proceso de salida de la Unión Europea. Aunque hasta ahora siguen teniendo fecha del 29 de marzo para retirarse formalmente de la unión, el problema es el “cómo” salen, en qué condiciones y en qué términos quedará su relación con Europa. Ahí es donde simplemente no han podido ponerse de acuerdo entre ellos, los británicos, y eso quedó claro el martes cuando el Parlamento de ese país le dio una terrible derrota política a la primera ministra Theresa May, rechazando abrumadoramente el acuerdo al que había llegado con la Unión Europa. ¿Será que el que mucho se despide pocas ganas tiene de irse?
La mayoría de las personas que votaron a favor del Brexit en junio de 2016 fueron de edad avanzada. De hecho, a mayor edad, mayor porcentaje de votos a favor de la salida. Muchos de ellos se están dando cuenta que la salida no es el paraíso que esperaban, y no les parece justo el acuerdo de May. Mientras tanto, aproximadamente el 75% de los jóvenes que sí votaron, y que lo hicieron en contra del Brexit, junto con los jóvenes que decidieron no votar (más del 60% del padrón entre 18 y 24 años), y que saben que pudieron haber hecho la diferencia, hoy están presionando para otro referéndum.
¿Qué sigue ahora, entonces? Además del voto de censura que tuvo que superar Theresa May ayer, la primera ministra tendrá que convencer a los legisladores de su acuerdo, o a la Unión Europea de otro acuerdo. Ambas opciones tienen muy bajas probabilidades de concretarse, por lo que quedaría intentar aplazar la fecha de salida, ya sea para generar otro acuerdo, o para convocar a un nuevo referéndum. Si nada de esto sucede, habrá una salida “dura”, como le llaman, que será negativa para todos. ¿Será ya demasiado tarde?
Apunte spiritualis. Hablando de salidas, según medios norteamericanos, Donald Trump estaría pensando en retirar a Estados Unidos de la OTAN. De ser cierto, se estaría cumpliendo uno de los sueños geopolíticos de Vladimir Putin.
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