Lemus Gobernador

  • Perspectivas
  • Héctor Ruiz-López

Jalisco /

Después del fallo que ratificó el triunfo de Pablo Lemus como Gobernador de Jalisco y el reconocimiento público de Claudia Delgadillo, como diría mi madre, "las aguas vuelven a su cauce". Este desenlace marca el cierre de una etapa de incertidumbre electoral y abre la puerta para que el nuevo gobernador y los actores políticos en la entidad comiencen a enfocarse en los retos por venir. Como bien señaló Delgadillo: "es momento de dejar de lado las diferencias y enfocarse en construir un futuro mejor para Jalisco". Esa frase resuena más allá del discurso político, sugiriendo un llamado a la reconciliación y a la unidad en una etapa clave para el estado.

En columnas anteriores, destaqué la importancia de que las inconformidades se procesaran por las vías legales previamente establecidas, con pleno respeto al Estado de Derecho. El hecho de que el sistema jurídico mexicano cuente con mecanismos, procedimientos, instancias y autoridades sancionadoras permite que las diferencias políticas se resuelvan de manera institucional y ordenada. Ahora que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha emitido su fallo definitivo, es momento de pasar la página y, como bien lo afirma Delgadillo, trabajar por un futuro mejor para Jalisco.

Sin embargo, el desafío que enfrenta Pablo Lemus no es menor. A diferencia de su predecesor, Enrique Alfaro, Lemus tendrá que navegar en un Congreso dividido, donde las mayorías simples o calificadas requerirán de un ejercicio de conciliación y diálogo político constante. En este nuevo escenario, Movimiento Ciudadano no tendrá el camino allanado y necesitará "tejer fino" para forjar alianzas estratégicas que no solo permitan la gobernabilidad, sino que también eviten la parálisis legislativa.

Un aspecto crucial en este proceso será la conformación de los principales cargos institucionales. Entre los nombramientos pendientes se encuentran el Secretario General del Congreso, el Fiscal General del Estado y el Contralor o Contralora del Estado, todos los cuales requieren el voto de la mayoría calificada de los legisladores. Aquí, la operación cicatriz, ese proceso de recomposición y entendimiento entre adversarios políticos, será vital para abrir canales de comunicación y generar acuerdos sólidos con los partidos de oposición, particularmente Morena, PVEM, PT, HAGAMOS y Futuro. La suma de los votos del PRI y el PAN, aunque relevante, no será suficiente por sí sola para lograr las mayorías necesarias en temas críticos.

Por otro lado, además de gestionar los acuerdos legislativos, Pablo Lemus tendrá que demostrar su capacidad para mejorar los indicadores de gestión en áreas clave. Para ello, deberá imprimir su propio sello en la administración pública, distinguiéndose de la gestión de Alfaro y presentando resultados palpables que refuercen su liderazgo. Asimismo, es fundamental que construya una relación fluida con el gobierno federal, particularmente en temas como la seguridad, el presupuesto y los proyectos estratégicos de infraestructura que fortalezcan la relevancia de Jalisco como un estado pujante en la federación.

En última instancia, la resolución expedita del TEPJF no solo legitima el mandato de Lemus, sino que también le da el tiempo necesario para consolidar su equipo de gobierno. Rodearse de personas capaces y comprometidas será clave para enfrentar los retos que se avecinan y entregar los resultados que la ciudadanía de Jalisco espera.


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