A pesar de que la pandemia sigue siendo un misterio en cuanto a su resolución y que es una situación grave, la noticia o tema que impera en los medios y redes sociales es el de los derechos humanos, el racismo y la discriminación.
En todo el mundo continúan las protestas tanto pacíficas como violentas al respecto. En Estados Unidos con más de 400 años de malos tratos, el asesinato de George Floyd ha detonado protestas y el movimiento se ha consolidado con el nombre de Black Lives Matter, al cual se han ido adhiriendo muchas personalidades y figuras públicas de todas las razas y credos, ahí los deportistas no son la excepción, recordemos que ellos forman gran parte de la historia de discriminación racial, cuando bien a los afroamericanos se les enviaba al frente en varias guerras como carne de cañón, obligados entre comillas “a morir por su patria”.
Nadie tomaba en cuenta que ellos fueron llevados a fuerza a esa tierra, y en contraste,se les negaban derechos de aprovechar sus habilidades, se les segregó tanto en educación, arte, espectáculos,así como en el deporte, incluso había lo que denominaban Negros Places o lugares para negros y así había las Negros leagues para cada deporte.
La evolución en el tema ha sido pautada, la gente piensa que el gran Jackie Robinson fue el primer deportista negro en jugar como profesional en una liga de blancos cuando en 1947 se enroló con los Dodgers de Brooklyn, pero eso es solo en los EU, históricamente fue el inglés Arthur Walton el primero cuando firmó en 1889 para el equipo de soccer Rotherham Town, y pasaron muchas décadas sin gente de color en el mundo profesional, pero eso sí, cuando les convenía, los tomaban en cuenta para ir a ganar medallas olímpicas como pasó con Jesse Owens en los Juegos de Berlín en 1936,donde obtuvo cuatro medallas en atletismo, siendo un “orgullo” norteamericano, dicho entre comillas porque regresando se le siguió tratando con discriminación por la mayoría blanca.
Pero afortunadamente las cosas han cambiado, es irónico saber que en el Mundial de Sudáfrica 2010 el 50% de los jugadores de la selección inglesa eran de color, teniendo como sede justo al país más racista del mundo.
Y se decía que la gente de color era inferior, pasó mucho tiempo para que pudieran tener acceso por ejemplo al tenis, donde vimos triunfar a Arthur Ash, llegando hasta las hermanas Williams, que dominaron este deporte a nivel mundial, y ni hablar de Tiger Woods, que fue el rey del golf cuando a mediados del siglo XX no los dejaban ni entrar a un campo ni para trabajar como caddies.
Estrellas como Michael Jordan han aceptado que el deporte aún tiene problemas raciales, aun cuando la NFL tiene un padrón del 70% de jugadores de esa raza, hay segregación de una forma u otra, si nos fijamos, los dueños, coaches y mariscales de campo son predominantemente blancos, hay grupos que aseguran que no es casualidad, sino un asunto basado en racismo y que aplican incluso por imagen.
En lo personal, tuve conversaciones con gente que ha trabajado en ligas infantiles en EU, quienes me han aceptado esto e incluso me dicen que ante esta situación, muchos jugadores de color evitan pedir la posición de QB por miedo a represalias, eso es un hecho aun hoy.
La presión de los recientes movimientos y protestas están logrando cosas, la NFL aparte que ya ha dado una postura de apoyo al movimiento, la semana pasada anunció que va a aportar 250 millones de dólares para que se utilice en todo lo relacionado a evitar lo que llaman racismo sistémico, esto se invertirá desde la educación en ligas infantiles y se tratará de convertir en un factor que rompa el paradigma racial, al menos en lo que a este deporte concierne.
Lamentablemente no todo es avance en esta gran causa, el mismo líder de Estados Unidos, Donald Trump, ha reaccionado de forma contrastante y ha dicho en Twitter que espera que esto no provoque más manifestaciones sobre el tema cuando se toque el himno en los estadios. Es una lástima que esto no tenga el apoyo del presidente de The Land of The Free como lo dice su himno nacional.
Los racistas supremacistas sienten apoyo con esos comentarios de su presidente y complican la misión humanitaria, radicalizan las cosas y hacen el mundo un campo de batalla innecesario.
Es irónico que esos mismos Red Necks, como se les conoce, sean gran parte de los aficionados que pagan los boletos más caros para ver a una mayoría de raza negra como estrellas de sus equipos, cuando les conviene doblan las manitas ante sus propios ideales y se les olvida que son racistas y terminan reconociendo el talento y resultados que los deportistas de raza negra les aportan en sus deportes.
Si bien la causa afroamericana es un caso particular y justo, esto hay que escalarlo y tomar en cuenta que hay otros grupos discriminados en la sociedad, por ejemplo, recordemos en 2014 a Michael Sam, jugador defensivo graduado de Missouri, quien aceptó ser gay justo antes de ingresar a la NFL y se sabe que por esa declaración nunca debutó en la liga ni aun cuando era una estrella en el campo, la vida lo llevo a la liga canadiense, donde después de dos años renunció aduciendo problemas psicológicos. Se tiene el entendido de que no aguantó el bullying y la forma discriminatoria en que lo trataron tanto en los vestidores como los mismos fans.
Y hay más ejemplos que me hacen decir que el movimiento no solo se debe llamar Black Lives Matter, sino que All Lives Matter, todas las vidas cuentan e importan, este movimiento debe ser universal, los mexicanos sabemos perfectamente que nuestros paisanos en los EU no son vistos como iguales por muchos blancos y reciben maltratos, esto debe incluir a todas las razas, credos y diversidades sanas de la sociedad.
Yo siempre he dicho que las razas son de colores por el mismo motivo que las flores son de colores, solo para gozar de mayor belleza y variedad, pero jamás para ser considerada alguna como superior a las otras.
En fin, son tiempos de cambio, hay avances, hay que apoyar, pero sin violencia, y recordar que hay un enemigo en el ambiente que acecha nuestra salud, no lo olvidemos.
Y de aquí… A lo que sigue.