"Una democracia existe sólo en tanto sus ideales y valores la hagan existir".
Giovanni Sartori
Señoras y Señores, después de varias semanas de intensa y variada propaganda política-electoral ahora sí estamos llegando al final de las campañas; y tengamos muy claro que a partir de los resultados de la jornada electoral se suscitarán nuevos giros en los planes, decisiones y formas de vida de millones de mexiquenses. Impactando directa e indirectamente a políticos profesionales, burócratas, empresarios, ciudadanos comunes, etc. En todos los sentidos del "espacio vital" del Estado de México, esperemos madurez y responsabilidad de todos los actores involucrados en el proceso electoral aún más para la siguiente etapa de los cómputos y declaración de validez (hasta el último acto contencioso electoral que emita el Tribunal).
El Sistema político mexicano para el 2018 en mucho ha de reflexionar del presente proceso electoral mexiquense, amplio y profundo análisis de la "élite política" para poder acertar en la "toma de decisiones" próxima en torno a la "prospectiva electoral" y así estar en condiciones de elaborar la mejor "agenda proactiva de alto impacto"; al más alto nivel político-jurídico-electoral ningún actor deberá hacerse el sorprendido o el ingenuo. Las campañas terminan: a) para satisfacción de muchos porque ya están hartos del tema, b) para tristeza de otros porque se termina su fuente de ingresos, c) para júbilo o tristeza según sea el caso por el éxito y los fracasos respectivos, etc. Pero no se nos debe de olvidar que el actor principal, destinatario u objetivo principal de todo Estado de derecho constitucional y democrático es el "ciudadano", y lo es su calidad de vida; el que la "sociedad" en "comunidad" tenga un "desarrollo sustentable".
Después del primer domingo de junio también vendrán las "estadísticas" ciertas, objetivas e irrefutables, en consecuencia: las "evaluaciones". Sí las evaluaciones del sistema electoral, de partidos y de gobierno; de los Poderes públicos y niveles de gobierno; de los organismos constitucionalmente autónomos y de los órganos de relevancia constitucional; en suma de las instituciones del Estado. El "voto" es la forma en que constitucional y democráticamente la ciudadanía premia o castiga a los gobiernos y a sus "modelos de políticas públicas", acepta o rechaza sus acciones (aciertos) u omisiones (desaciertos) gubernamentales, etc. de allí deviene la continuidad, la alternancia o la transición.
Pero no pasemos por alto la evaluación más importante, la personal e individual; la de ejercer con libertad y dignidad el sufragio. Démonos cuenta, seamos conscientes y contribuyamos con nuestra prerrogativa, derecho, obligación y responsabilidad (el votar) como mexiquenses comprometidos con los valores, principios directrices y reglas constitucionales para que este proceso electoral sea la demostración de civilidad tanto Republicana y Federal. Porque recordando a Alexander Hamilton "En las repúblicas, las personas a quienes el sufragio de sus ciudadanos ha elevado desde la masa de la comunidad a puestos de gran preeminencia y poder pueden recibir promesas de recompensa por traicionar la confianza de sus electores, lo cual (...) pareciera exceder el grado de interés que guardan en el bien común" y la justicia social.