"Límites
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire, hasta aquí el fuego?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor, hasta aquí el odio?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre, hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas. Sangran." Juan Gelman
En este Mundo en donde pasa de todo -y al mismo tiempo- pero que al fin de cuentas por lo general no pasa nada, y en el que muchas veces ignoramos lo fundamental, en el que desconocemos lo importante, en el que nos negamos la oportunidad de practicar lo trascendente, en fin en esta Vida en la que despreciamos lo inmanente: la Razón, la Fe y el Amor; autolimitamos nuestra existencia a lo inocuo, banal, pueril, vicioso o frívolo. Con frecuencia la pobreza y la desigualdad nos condenan al alejamiento de las virtudes, otras tantas el ego, la vanidad y la soberbia nos distancian del verdadero y auténtico valor de la humanidad: el Sentir y el Pensar.
"No te salves
(...) no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
(...) y te salvas entonces no te quedes conmigo." Mario Benedetti
La vitalidad artística, científica, tecnológica, religiosa, etc. nos ubican en un estadio privilegiado por sobre las personas carentes (teórica y práctica) de éstas bondades que nos provee el existir, sin embargo; el estado ideal se haya mucho más allá de entre la Razón y la Fe: el Sentimiento. No existe nada más importante y valioso para la vida humana que el conocimiento y ejercicio del Amor. Es verdad que hay fenómenos de misoginia, homofobia, misantropía u otra neuro-biologica-social idiotez, imbecilidad o estupidez, que hacen que neguemos nuestros orígenes más nobles y destinos más encomiables como civilización: la condición de Amorío definitivo.
"Yo no lo sé de cierto
Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos (...)" Jaime Sabines
Por ello, resulta sustancial el darnos cuenta; que "bienaventurados" somos los que nos alejamos del dolor, del temor, del miedo o del sufrimiento permanentes... sólo los usamos de inspiración creadora. Buenaventura muy especialmente gozará el que le rehúya a los humores como la ira, la "tristesse" (francesa), la melancolía o el–alemán- "spleen" (irritabilidad) que en vez de acercarnos a la fraternidad nos distancia muchas veces a un punto sin retorno. La estética amorosa se presenta sublime y etérea con "Laura Marina", provocando toda una epifanía y arrobamientos, de la que brotan las máximas de la belleza y la hermosura.