De Marqués de Sade: El Preceptor Filosófico (y la Sexología)

Estado de México /

El cuento “El preceptor filosófico” relatado por el escritor francés Donatien Alphonse François de Sade, Marqués de Sade, (1740-1814), nos habla de un clérigo que es profesor de un joven Conde, que utiliza la teoría, pero lo primordial, la praxis, para que él entienda los misterios de la religión.

Señalemos que dentro de los resúmenes de escritores universales trabajados en estos artículos, no podía faltar el irreverente Marqués de Sade, controversial personaje que en su labor literaria, utilizando el sarcasmo, la burla, la ironía, -resumido en una frase: el género de la sátira-, describe a sacerdotes como libertinos, pederastas y violadores.

Asunto ya abordado 400 años antes por el italiano Giovanni Boccaccio, en los años 1351-1353, en el Decamerón: “Historias que incluyen burlas a la lujuria y avaricia de los clérigos.” O en los Cuentos de Canterbury 1387-1400, del inglés Geoffrey Chaucer, donde los monjes son corruptos, mundanos y dedicados a la bebida.

También subrayemos que Sade ha cargado con todos los desenfrenos sexuales creados o por crearse, y su nombre se ha dado un trastorno, el sadismo: “En el que se obtiene placer sexual a partir de una conducta dolorosa y humillante de otra persona.”

Sade fue encarcelado por blasfemia, delitos sexuales y pornografía; toda su obra, novelas, cuentos, teatro, diálogos y tratados políticos se consideró libertina y la prohibió la iglesia: “Lo encerraron y pasó veintisiete años recluido en diferentes fortalezas y “asilos para locos”, figurando en las listas de condenados a la guillotina” Más sus libros circularon de forma clandestina y fue reconocido por los más notables literatos del mundo como el “Divino Marqués”.

Para este artículo iremos a la sexología: “Estudio científico de la sexualidad humana en todas la etapas de la vida. Trata la disforia de género, orientación sexual, parafilias, disfunción eréctil, anorgasmia.”

Por el asunto separemos y definamos parafilia: “Del griego, pará, anormal, incorrecto; y de philía, atracción sexual enfermiza. Conocida antes como perversión o desviación sexual. Conducta vinculada a objetos, situaciones o actividades atípicas: sadismo, masoquismo, pedofilia, zoofilia, coprofilia, necrofilia, asfixiofilia, se enlistan hasta 549.” Hay un gran debate a lo que se le puede considerar parafilia.

Con este contexto vayamos a la obra, inicia con la glosa de lo difícil que es para un preceptor religioso explicarle a un joven de unos quince años: “De que Dios padre y Dios hijo no son sino uno, que el hijo es consustancial a su padre y viceversa.” Señala que: “Como en el álgebra el profesor tiene que emplear equivalencias, el padre Du Parquet, mentor del condesito de Nerceuil, estaba convencido de este método.”

El Conde suplica día tras día: “Poned esto a mi alcance, padre. Me es imposible concebir dos personas en una.”

“El virtuoso eclesiástico, deseoso de tener éxito en su educación. Trae a una jovencita de unos catorce años y tras asesorarla, la unió a su joven discípulo.”

En plena actividad sexual el sacerdote le pregunta al joven: “Amigo mío, ¿entendéis ahora el misterio de la consubstancialidad?” Le responde el Conde: “No me extraña que este misterio constituya la alegría de los seres celestiales, es agradabilísimo hacer de dos uno solo.”

Días más tarde el joven le dice al maestro que le quedaron algunas dudas del misterio y quiere repetir la lección, le preceptor cita a la muchacha.

Esta vez el clérigo: “Emocionado del delicioso panorama no pudo resistirse a intervenir en la parábola evangélica, agarrando al condesito de la cintura, le obsequia lo mismo que éste ofrece a la muchacha.”

El Conde se queja, contesta el clérigo: “Esto es la Trinidad, hijo mío, cinco lecciones más y serás doctor de la Sorbona.”

Finalicemos nuestro análisis con la siguiente reflexión: No obstante la apreciación de Sade, en las iglesias, sí hay creyentes honestos y que realmente aman a Dios.


  • Hugo G. Freire
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