Siguiendo con mi exposición de la aplicación de una austeridad republicana en la compra de tecnología, reconozco que tal vez no lo escribí bien o me faltaron detalles para dejar claro que no se trata de reducir la inversión en tecnología, sino comprar mejor, pues lo que hoy se hace es beneficiar los negocios de unos cuantos.
De acuerdo con los datos del Paaas, durante el sexenio se invirtieron 40 mil millones de pesos en servicios de centros de datos y nube, casi 40 mil millones en equipamiento informático, alrededor de 38 mil millones en fábricas de software, casi 30 mil millones en licencias de software y aproximadamente 28 mil millones en servicios de telecomunicaciones.
Hay otros rubros que ahora omito, pero el chiste es decirte que se invierten miles de millones de pesos en tecnología que no se reflejan en
buenos servicios para los ciudadanos.
Hace falta tecnología para inteligencia en prevención delitos, para el análisis de redes sociales y acciones de gobierno para dispersión de recursos, para ventanillas únicas electrónicas, para digitalización de servicios, ciberseguridad, así como para investigación y desarrollo de productos o patentes.
Eso se logrará solo si se compra tecnología pensando en tres premisas: generar economías de escala, aprovechando la infraestructura en nube y buscando servicios compartidos de valor agregado para todo el gobierno. Luego le sigo.
Sin anabólicos
Mis amigos chismosos me comentan que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) tuvo que elevar las sanciones y los controles de la Ley Federal de Salud Animal (LFSA), luego de que hace unas semanas la Sagarpa emitió un listado de 32 sustancias prohibidas para uso o consumo en la producción pecuaria, incluyendo el clembuterol.
De acuerdo la nueva disposición publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), quien no cumpla con la norma, recurra en su aplicación o presuma de su uso podrá ser sancionado con hasta siete años de cárcel y una multa de hasta 50 mil días de salario mínimo.
La LFSA tipifica como delito el uso de las 32 sustancias en la engorda de ganado y aves. El listado de sustancias prohibidas para la producción pecuaria incluye el clembuterol, cloranfenicol y el hexoestrol, entre otras. Además, queda prohibido el uso del Carbadox para todos los porcinos adultos.
Medio aclara
Sobre el asunto de los concesionarios de la marca Honda que están siendo obligados a invertir o vender sus franquicias a quien diga la automotriz, acuso recibo de un comunicado emitido en abril en el cual se dan detalles de las únicas agencias de autos avaladas por Honda en Piedras Negras y Monclova. Lo malo es que no mencionan los fundamentos comerciales o judiciales que las avalan como tal, pues tengo entendido que existe un pleito por esa representación.
hugo.gonzalez@tecnoempresa.mx
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