Guía de turistas

Ciudad de México /

En la historia original la trama sucede en Grecia; en la versión que ahora se presenta de Guía de turistas en el teatro El milagro, la acción se ha trasladado a México, concretamente a Oaxaca.

Empieza en una zona arqueológica de aquella entidad, que no ha sido explorada y explotada a profundidad. Ahí se encuentran por primera vez el turista, un profesor de literatura harto de su profesión, y un joven guía, estudiante que en sus horas libres se gana la vida de esa manera.

El texto original fue escrito por Botho Strauss, dramaturgo y novelista alemán, nacido apenas un año antes del fin de la II guerra mundial, que creció en la austeridad y complejidad de la República Democrática Alemana. Comenzó a publicar en los años 60 y en la actualidad es considerado uno de los autores más importantes de la cultura germana.

Traducida por dos pilares de nuestro mundo teatral (Brigida Alexander y Luis de Tavira), Guía de turistas llega ahora en esta versión de otra pareja capital en la escena mexicana: Luis Mario Moncada y Martín Acosta, con la dirección escénica de este último.

Lo que empieza como un encuentro fortuito entre Martín (profesor) y Cristóbal (el guía) y un acostón casual, se va transformando en un relación viciada, enferma, destructiva…

Guía de turistas presenta una lucha de poder constante. Ambos personajes, explica el director en el programa de mano, “quieren someterse el uno al otro”.

Desde el primer momento la confrontación es total, absoluta, absurda, por lo que seguramente habrá quien se pregunte: ¿y por qué están y siguen juntos?; y habrá quien responda: porque así son las pasiones, así son las pulsiones. Más fuertes que la voluntad misma.

No es de gratis que la historia original arranque en las ruinas griegas, como si anticipara una tragedia en la que el destino se cumple ineludiblemente. Más que atinado el traslado a la cultura mixteca en la que la fatalidad de los hechos también está presente.

Una vez más, Luis Mario y Martín entregan un texto con muchas capaz de lectura, que se multiplican aún más en una puesta en escena arriesgada, propositiva, que invita al espectador a mantenerse alerta.

Hace dos décadas esta dupla sorprendió al medio teatral (nacional y extranjero) con una puesta en escena brillante, innovadora: Cartas al artista adolescente; que fue su trampolín hacia otra docena de montajes maravillosos que hemos disfrutado gracias a Teatro de Arena.

Hace algunos años dieron un nuevo campanazo con Junio en el 93, que se llevó todos los premios habidos y por haber, y, sobre todo, el respeto de todo el público y la prensa teatral.

Hoy, impactan con Guía de turistas que cuenta con las actuaciones (estupendas) de Manuel Cruz Vivas y José Daniel Figueroa. ¡Bravo para ambos!

Completa el elenco Juan Carlos Reyna, en un oscuro personaje que hace aún más alucinante el montaje, que cuenta con el muy cuidado trabajo de creativos como Matías Gorlero y Eva Aguiñaga.

“Guía de turistas –detalla su director—podría asociarse con un género de terror cinematográfico (…) es un juego en donde el cuerpo se ofrece. Para apretar y morder. O besar y morder.

“Lo que comienza como un recorrido turístico, pronto se transforma en un viaje nocturno cargado de tensiones afectivas y sexuales, donde los límites entre verdugo y víctima se desdibujan. En este mundo dominado por la oscuridad, el contacto físico es la vía para poseerse y destruirse mutuamente, en una danza peligrosa y profundamente humana”.

La obra aborda con crudeza y valentía las pulsiones más primitivas del ser humano. Se presenta martes y miércoles a las 20 horas en el teatro El milagro.

  • Hugo Hernández
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