'Las dinosaurias también roban'

Ciudad de México /

Detrás de todo gran hombre… hay una gran mujer, reza la sabiduría popular. Sarcásticas y tremendas que son, Las reinas chulas parafrasean esta sentencia y crean un espectáculo que habla del poder. Pero no de los hombres que han llegado a ocupar el cargo político más importante de nuestro país, no, sino de sus mujeres, las ‘Primeras Damas’.

Se trata de Las dinosaurias también roban, que triunfa viernes y sábado en El vicio, el teatro bar que estas cuatro aguerridas artistas comandan desde que Jesusa Rodríguez se los heredó hace más de una década.

Como el título bien lo anticipa, y el espíritu cabaretero lo exige, Las dinosaurias también roban es una sátira-farsa-jolgorio-funeral, que opera como una gran lupa que agiganta los hechos de corrupción que son el pan de cada día en este país.

Martita, Margarita y Angélica son las protagonistas que reciben a una invitada sorpresa, Melania, en una historia tan terrible que, para no llorar, lleva al público a la carcajada constante a lo largo de 90 minutos de crítica ácida, negra, punzante… pero absolutamente real.

Al ver en acción a estas primeras damas, me vino a la cabeza aquel spot que decía “entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño”, y es que aquí el pequeño escenario de El Vicio se transforma en un verdadero ring de lucha libre en el que cada una de las cuatro ´damitas´ lanza sus mejores golpes para derrotar a sus contrincantes.

Brillante el trabajo de las 4 Reinas chulas, que no solo actúan, sino que son las autoras del libreto, productoras y directoras del espectáculo y, por supuesto, fuertes promotoras del mismo, pues a petición del público al término de cada función se toman fotos con los espectadores que gustosos reclaman a estas Primeras Damas sus ‘delitos’.

Bravo por Nora Huerta, Marisol Gasé, Cecilia Sotres y Ana Francis Mor por no quitar el dedo del renglón y mantener la crítica fuerte, que se necesita para seguir denunciando los robos, los abusos, la corrupción, el nepotismo, que se presenta aquí, allá y en todas partes…

No quiero contar la trama, pues es parte del encanto y la sorpresa del espectáculo. Baste decir que arranca con un ataúd en Los Pinos, el punto de reunión para estas ‘Primeras Damas’, que van demostrando que aquello que afirma que Detrás de un gran hombre… no es solo una frase popular, es una contundente realidad, sobre todo en esos altos círculos del poder.

hugohernandez@mejorteatro.com

  • Hugo Hernández
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