Gran capital teatral del mundo, es una frase que cada vez escucho con más frecuencia para referirse a la Ciudad de México. Y la verdad es que quienes lo afirman están totalmente en lo cierto y los últimos días lo pude comprobar una vez más.
Una gran capital teatral no sólo en lo cuantitativo, dado que es impresionante el número de puestas en escena, sino especialmente en lo cualitativo y en la variedad temática, de géneros, formatos y recursos. He aquí estos botones de muestra:
Mil veces no. Luego de tres exitosísimas temporadas esta estupenda puesta en escena regresó con unas cuantas funciones al teatro Xola, y este martes 9 de diciembre es su última presentación a las 20 horas.
Escrita por Paula Zelaya Cervantes y Ana González Bello, Mil veces no sucede en el año 2039, en la ciudad de México, y cuenta un momento en la vida de Miranda, quien lleva cuatro años encerrada en su departamento, aislada del mundo y odiándolo de lejos; y de Baltasar, quien acaba de escapar de una secta ultra religiosa.
Mil veces no es una muestra contundente del talento y madurez de las, paradójicamente, muy jóvenes generaciones de artistas mexicanos en el teatro.
Paula y Ana tienen una larga trayectoria y ahora juntas entregan un texto redondo, que lleva al público de la más estruendosa carcajada al dolor interno, a la indignación y hasta el llanto. A esto hay que agregarle un GRAN trabajo de Paula en la dirección escénica que, como bien se dice en el programa de mano y en la obra misma, se trata de una producción con pocos recursos físicos (económicos) y de mucha imaginación.
En escena disfrutamos el brillante trabajo de Ana González Bello, Luis Eduardo Yee y Miguel Tercero, con el acompañamiento musical en vivo de Cristóbal Maryán.
Asesinato para dos es un thriller musical estadunidense escrito por Joe Kinosian y Kellen Blair que plantea una trama aparentemente muy simple: Un afamado escritor de novelas de misterio es asesinado en su fiesta de cumpleaños, y un aprendiz de detective debe descubrir quién lo mató.
Sin embargo, la anécdota es sólo el pretexto para un enloquecido, divertidísimo, maravilloso montaje que se convierte en un verdadero “tour de force”, que como bien define el diccionario es una: Expresión francesa que significa 'acción difícil cuya realización exige gran esfuerzo y habilidad' y 'demostración de fuerza, poder o destreza'.
Esta definición describe a la perfección lo que el público encuentra en el escenario: un verdadero prodigio colectivo: desde la dramaturgia, hasta el más pequeño de los elementos técnicos. Todo ejecutado con una destreza y perfección absolutas.
A la ingeniosísima dramaturgia hay que sumarle la detallada dirección escénica de Anahí Allué, que saca partido a cada instante. Aplauso en grande para ella; y para la valiente productora, Jimena Saltiel.
Ahora bien, todo esto no sería posible sin los intérpretes adecuados. Hacía falta encontrar a dos actores que también cantarán, que tuvieran una enorme vis cómica, que incluso bailaran y tuvieran una condición física casi para correr maratones y, por si fuera poco, tocaran el piano a la perfección.
Aquí no encontraron dos… sino hallaron ¡cuatro! joyas: Aldo Guerra, Iker Madrid, Humberto Mont y Silvestre Villarruel.
Asesinato para dos se presenta todos los miércoles en el teatro Milán.
CLUE, El juego de la sospecha, basada en el mundialmente popular juego de mesa, CLUE fue escrita por Sandy Rustin, a partir del guion de Jonathan Lynn, de la película del mismo nombre, y en su actual versión ha sido adaptado por Paula Zelaya, quien ha hecho un estupendo trabajo, pues sin trasladarla a nuestro país, ha logrado una adaptación que acerca cada escena, cada chiste, cada personaje al humor y la idiosincrasia mexicanos.
CLUE, celebró apenas este domingo su primer año en cartelera, un logro que pocas veces ahora se alcanza, por ello hay que celebrarlo, pues si bien a historia nació en EUA, la propuesta escénica es totalmente de creación mexicana.
El productor Morris Gilbert reunió a un estupendo equipo creativo que “dio vida” a este juego: aplauso para Rafa Maza, Francisco Escárcega, Emilio Zurita, Estela Fagoaga, Cinthia Muñoz, Regina Morales, Josué Guzmán, Pamela Vidal y Édgar Ibarra, quienes respectivamente son los responsables de dirección de escena, producción ejecutiva, escenografía, vestuario, caracterización, iluminación, audio, producción creativa y música original.
CLUE sigue su temporada de viernes a domingo en el teatro Centenario Coyoacán.
Por la punta de la nariz. Apenas el viernes pasado celebró 200 representaciones esta comedia escrita por los franceses Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patelliere, basada en la obra El electo, del español Ramón Madaula, que cuenta una historia que sucede horas antes que el presidente electo del país asuma el cargo; sin embargo, algo extraño le sucede y cada vez que quiere pronunciar su discurso de toma de posesión una comezón insoportable le pica la nariz.
Por ello se ve obligado a llamar a un famoso psiquiatra, que “meterá su nariz” en la vida personal del presidente para encontrarse con una multitud de sorpresas.
En esta historia se trata de un presidente, pero esa figura de poder puede ser extensiva a cualquier ámbito, no sólo político, sino también empresarial, docente, deportivo, familiar…
¿De cuántos casos nos hemos enterado o hemos vivido en el que el poderoso miente en “aras del supuesto bien de su colectividad”?
Por la punta de la nariz es un espejo en el todos podemos vernos reflejados. Y eso se logra porque a ese gran texto se suma una propuesta escénica estupenda, producida por Morris Gilbert, dirigida por Benjamín Cann y que cobra vida en el trabajo de dos brillantes actores Roberto Sosa y Rodrigo Murray.
Se presenta de viernes a domingo en el teatro Varsovia, ubicado en la calle del mismo nombre, a unos metros del Paseo de la Reforma, y una cuadra del Ángel de la Independencia.
Las tres gracias. Habitando la cartografía corporal es una pequeña/gran puesta en escena que también habla del teatro joven que se hace en nuestro país actualmente. Pequeña porque la producción realmente lo es, y es así porque no requiere de más para contar una gran historia; es ahí donde se transforma en una GRAN propuesta.
Escrita y dirigida por Dalia López Cortés, Las tres gracias hace una revisión al canon occidental de belleza femenina, y para ello se vale de estos tres personajes míticos: Aglaya, Eufrósine y Talía, quienes han inspirado a lo largo de la historia a pintores como Rubens o Botticelli, y han establecido que “así deben ser los cuerpos femeninos pata ser bellos”.
Esta divertida puesta en escena cuestiona esas reglas e invita a la reflexión. Bravo a las cuatro intérpretes: Ana Julia, Claudia Quijas, Gaby Jiménez y Odette Fernández. Y bravo a la Coordinación Nacional de Teatro, encabezada por Luis Mario Moncada, quien con este montaje se lanza también a la producción.
He aquí estos botones de muestra de la maravilla de la oferta teatral en la Ciudad de México.