La reciente entrada en vigor de la reforma a la Ley General de Salud sustituyó el Seguro Popular con el Instituto de Salud para el Bienestar, lo que ha generado un debate sobre las afectaciones que representan este cambio.
En principio, es importante señalar que en un asunto tan delicado y relevante para la población, como lo es la atención médica, no se puede improvisar porque el más mínimo margen de error repercute en la salud o incluso la vida de las personas.
Este es el principal punto de la discusión, porque hemos visto en los medios de comunicación testimonios de usuarios del Seguro Popular que viven en carne propia esta lamentable situación, que evidencia que no se contemplaron todos los elementos necesarios para su correcta puesta en marcha.
Cabe preguntarse, ¿puede haber paciencia ciudadana en el tema de salud pública? Evidentemente no. Porque estamos hablando de situaciones diversas, que incluyen enfermos con padecimientos crónicos o enfermedades terminales, que no pueden esperar a que se realicen los “ajustes” necesarios correspondientes.
Debe reconocerse que si bien el sistema de salud vigente contaba con carencias, como la falta de medicamentos o personal médico suficiente, funcionaba atendiendo a la población que accedía a sus servicios.
Ahora la transición está evidenciando que la implementación del Insabi tendrá una larga ruta, en donde desde el tema de las cuotas que la mayoría de la gente que asiste a este servicio de salud público no puede atender, hasta los tiempos de implementación, incluyendo lo que concierne a responsabilidades en materia laboral de personal de enfermería y la plantilla médica, incluyendo a los técnicos y evaluadores.
Y el punto financiero, sobre las aportaciones económicas de la Federación y de los estados.
El debate ahí está, en medio de un escenario álgido en donde lo importante es tener en cuenta que el objetivo principal ha sido y debe ser que el Estado garantice el acceso a la salud. De manera integral y eficiente, porque estamos hablando de la vida de muchas personas, por lo que cada día que pasa y que se retrasa su solución, se afecta su salud, en lugar de atenderla, como debe ser, ¿no cree usted? _