El esguince de tobillo es la causa más común de consulta en los servicios de urgencias. Esta lesión, por leve que parezca, debe ser evaluada adecuadamente para determinar su magnitud y tratamiento específico para facilitar la recuperación total y evitar secuelas.
El médico determinará, basado en los hallazgos encontrados en la exploración físicas, los estudios de diagnóstico por imágenes necesarios para descartar fracturas de huesos o para evaluar con más detalle la magnitud del daño en los ligamentos. Las radiografías simples son indispensables para descartar fracturas y solo en casos específicos se indicará estudios como la tomografía, la resonancia magnética o la ecografía.
El tratamiento dependerá de la gravedad de la lesión. Los objetivos del tratamiento son reducir el dolor y la inflamación, favorecer la curación del ligamento o ligamentos dañados y la recuperación de la función del tobillo para facilitar la pronta reintegración a las actividades físicas y deportivas.
Las medidas inmediatas para aplicar en casa o en el campo de juego son: reposo, hielo, compresión y elevación del pie, hasta ser evaluado por un médico. Estas medidas reducen el dolor y la hinchazón. En la mayoría de los casos, los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, son suficientes para controlar el dolor producido por un esguince de tobillo. Si el tobillo está muy hinchado y deformado, no trates de quitar el calcetín o calzado, podrías ocasionar un daño mayor.
El dolor ocasionado por la torcedura del tobillo generalmente dificulta el apoyo del pie, por lo que es conveniente no hacerlo hasta que hayas ido evaluado y el dolor lo permita.
Según la gravedad del esguince, el médico puede recomendarte un vendaje elástico, cinta deportiva o una tobillera para estabilizar el tobillo. En el caso de un esguince grave, podría ser necesario colocar un yeso o una bota para caminar a fin de inmovilizar el tobillo mientras sana.
Una vez que la inflamación y el dolor van cediendo se inician ejercicios para restablecer la amplitud de movimiento, fuerza, flexibilidad y estabilidad del tobillo. El médico o un fisioterapeuta te explicarán el método adecuado y la progresión de los ejercicios.
Los ejercicios para mejorar el equilibrio y la estabilidad son la clave para volver a entrenar los músculos del tobillo con el fin recuperar la función, así como de prevenir los esguinces recurrentes.
Es común escuchar en la consulta médica a pacientes que dicen ‘creo que el problema se debe a que no me atendí el esguince de tobillo’.
Las secuelas más comunes de un esguince no atendido adecuadamente son: la inestabilidad recurrente o el mal llamado esguince crónico, y el tobillo hincado y doloroso, ocasionado por la inflamación crónica de los tejidos debido a una respuesta biológica inadecuada como consecuencia de la falta de atención adecuada de la lesión.
Si te esguinzaste el tobillo no acudas a sobadores ni trates de regresar al deporte o a la actividad física normal sin la autorización del médico o del fisioterapeuta. Es necesario superar pruebas de movimientos y actividades especiales para determinar cuán bien está el tobillo para los deportes o actividades que practicas.
Para cualquier persona, sobre todo los deportistas, esta articulación es determinante, ya que es la parte sobre la que apoyamos todo nuestro cuerpo.
Ignacio Cardona