La obesidad debe ser definida por la salud de una persona, no solo por su peso. Esta nueva acepción sobre la obesidad fue recientemente publicada por la Asociación Médica de Canadá, tratando específicamente de eliminar el estigma contra el peso de los pacientes en todos los sistemas de salud.
“La narrativa cultural dominante sobre la obesidad está basada en suposiciones sobre la irresponsabilidad y la falta de fuerza de voluntad de las personas obesas”.
La nueva directriz está destinada a ser utilizada por los médicos de primer contacto para diagnosticar y tratar la obesidad, alentándolos a ir más allá de la simple recomendación de dieta y ejercicio. Deben centrarse en identificar las causas del aumento de peso y tomar un enfoque holístico de la salud.
Ximena Ramos-Salas, directora de Investigación y Política de Obesity Canada y uno de los autores de las nuevas guías, dijo que la investigación muestra que muchos médicos discriminan a los pacientes obesos y esto dificulta obtener los resultados deseados. “El manejo del sobrepeso va mas allá de señalar los efectos dañinos de la obesidad. El sesgo en el manejo de la obesidad está en el comportamiento de los profesionales de la salud”, dijo a la BBC.
La tasa de obesidad en Canadá se ha triplicado en las últimas tres décadas, y ahora uno de cada cuatro canadienses es obeso, según Statistics Canada. Aunque todavía son vigentes los criterios de diagnóstico como el índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura, reconoce sus limitaciones clínicas y dice que los médicos deben centrarse más en cómo el peso afecta la salud de una persona. Durante mucho tiempo hemos considerado a la obesidad como el resultado de un estilo de vida. La obesidad es una condición compleja y crónica que necesita un manejo de por vida.
Las personas que viven con obesidad necesitan apoyo como las que viven con cualquier otra enfermedad crónica. En lugar de simplemente aconsejar a los pacientes “comer menos y moverse más”, la nueva directriz está orientada a proporcionar apoyos en la línea de la terapia psicológica, medicamentos y cirugía bariátrica.
“Todas las personas, independientemente del tamaño o la composición del cuerpo, se beneficiarían de adoptar un patrón de alimentación saludable y equilibrado y participar en actividades físicas regulares”, dice. Sin embargo, señala que mantener el peso fuera a menudo es difícil porque el cerebro compensará sintiendo más hambre, animando así a las personas a comer más.
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y está entre los países con mayor índice de obesidad en adultos. Los pacientes quieren curarse, pero carecen de elementos para tomar decisiones más racionales, los pacientes solicitan ser escuchados, informados, respetados e involucrados en su tratamiento. Esto implica que los médicos debemos recomendarles lo que realmente necesitan y no decirles lo que ellos quieren escuchar y creen que necesitan.
En el último reporte de la OCDE (Organización Mundial del Comercio de países en desarrollo) sobre salud, se menciona que el problema en México no es solo la escasez de presupuesto, sino la falta de eficiencia. Esto se explica en parte porque el gasto en salud ha crecido a una tasa promedio anual de 1.12% desde el año 2000, pero no se ha traducido en mejores resultados en salud.
La esperanza de vida en México es seis años menor que el promedio de la OCDE. En 2013, el país registró la mayor mortalidad materno-infantil, así como tasas elevadas de muertes por enfermedades crónicas.
¿Será que solo prohibiendo la venta de comida chatarra a los niños se logre reducir la obesidad en nuestro país?
dr.ignaciocardona@gmail.com