Mientras el Congreso resiste, las mujeres abortan (II de II)

León /

…Creo que una revolución en la agenda y en la lucha por el aborto, ha sido justamente ver al aborto como una liberación desde ‘el yo como acompañante’ y ‘el yo acompañada’ …
Es un acto revolucionario por la libertad de las mujeres, donde no existe el ‘ay pobrecita’, se trata de una mirada distinta, pasar del ‘aborto lastimero’ al ‘aborto libertario’…

(Lucía, feminista y activista Ipas Lac-Nicaragua)


Resignificar las narrativas “de la lástima a los derechos”

Mientras prevalece con mayor o menor fuerza la prohibición y la criminalización como política de estado, para ejemplo Guanajuato y otros territorios con esas mismas resistencias, Lucía recupera que como sociedad si hemos aprendido y resignificado nuevas posibilidades en relación al aborto, ella lo denomina cambio cultural a partir de un cambio de una narrativa menos lastimera del aborto:

…Las sociedades están aprendiendo de la experiencia y de las necesidades personales, en particular de las mujeres, a ser más tolerantes con quienes defendemos el aborto, los derechos humanos de las mujeres, porque han observado el beneficio que eso trae consigo…

…Erradicar esa narrativa del ‘…pobrecita, ella sí lo necesita, ella sí porque tiene muchos hijos, ella sí porque la violaron…’. Y salir de esa narrativa de lástima, de compasión y sustituirla por una narrativa desde el derecho de las mujeres ¡de que tenemos proyecto de vida! porque no quiero ser madre, no quiero cumplir con el mandato…

Paralelo a este cambio de narrativa, un señalamiento puntual sobre la inutilidad de los esfuerzos estatales en temas de educación sexual integral es lo que ha llevado a las mujeres a apropiarse de esta tarea, de ahí que sea sostenible el proceso de aborto a través de las redes de acompañantes. Son ellas quienes cubren esos vacíos de los (des) gobiernos.

…Porque no depende de la institucionalidad, no depende de que si es legal o no, ni depende de la voluntad política de los estados…Depende de la voluntad de las mujeres, y en la medida en que más de nosotras estemos convencidas el acceso será mayor…

Lo que Lucía denomina la revolución de la información ha sido fundamental para fortalecer la asertividad de las mujeres, así explica este fenómeno,

…En el caso de las mujeres jóvenes el no tener redes de apoyo se vuelve un desafío importante, y las redes sociales y acceso a la información han sido vitales para cambiar la narrativa.

La demanda y la forma en que las mujeres hoy piden el aborto acompañado ha cambiado, ya no te dicen ¿me puede ayudar?, hoy te dicen, ¡necesito abortar! Y eso cambia considerablemente la forma en que estamos percibiendo nuestro derecho….¡es mi derecho!

…Para democratizar el acceso al aborto, las redes y la tecnología han sido claves…Otro elemento clave han sido las redes de acompañamiento feminista, de esa nueva narrativa de una narrativa lastimera a una narrativa de derechos de no me importa la razón por la que quieras acceder al aborto es tu derecho ¡eso no ha dado ni el Estado, ni las organizaciones, ni la sociedad civil, lo han hecho las acompañantes, las feministas comunitarias!...

Un acompañamiento que incluye múltiples emociones, en particular hablamos de la mujer que aborta, una de las emociones sobresalientes es el miedo. Pero el miedo no que imaginamos como una emoción negativa o paralizante. En la experiencia de Lucía “…no les da miedo morir, les da miedo que sus familias se enteren es de las cosas más preocupante. En un segundo plano el temor a ir a la cárcel, y la preocupación que ha tendido a no ser relevante es el miedo a una infertilidad futura…”. Esto último, me lo explica Lucía, tiene que ver con la seguridad y garantias que representa el uso del medicamento en las dosis indicadas, hablamos del misoprostol y su protocolo.

El miedo como una emoción valida que no excluye la seguridad de las mujeres que han decidido abortar. El miedo, el otro miedo, el recurso emocional que han utilizado los provida para manipular el ánimo y las decisiones de las mujeres, no tiene que ver con el miedo que experimenta una mujer que ha decidido ser acompañada para abortar.

…Cuando una mujer de la edad que sea busca una acompañante para abortar es porque ya lo decidió completamente. Ya esta decidida a que quiere abortar. El miedo le acompaña, el miedo al estigma, a lo que va a decir el resto de la gente, el miedo al proceso sobre lo que ocurrirá en su cuerpo…En la medida en que las acompañantes brindamos información, en especial sobre el procedimiento, donde les señalamos con argumentos, un aborto es más seguro que un parto… 


  • Iovana Rocha
  • Activista insistencialista, feminista de lo cotidiano y aprendiz de la prosa intimista. Escribo sobre las historias de vida de las otras mujeres como un acto de justicia y transgresión.
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