A dos meses de iniciadas las protestas en Nicaragua contra el régimen de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, enquistados en el poder desde 2007, la única certeza ante la masacre de un pueblo desarmado a manos de agentes antimotines con apoyo de bandas paramilitares, es que ésta es “la última oportunidad histórica que tenemos los nicaragüenses para implantar un cambio democrático duradero, con justicia y sin impunidad”, como afirma el reconocido periodista Carlos Fernando Chamorro, director del portal Confidencial (https://confidencial.com.ni) y referencia ineludible en la vida política del país.
Para Chamorro, hijo del asesinado periodista Pedro Joaquín Chamorro —considerado “Mártir de las Libertades Públicas”— en tiempos de la dictadura somocista y de la presidenta Violeta Chamorro, que sucedió a Ortega en 1990 tras la derrota de la revolución sandinista en las urnas, son cuatro las premisas para desmantelar la nueva tiranía, que está “al borde del colapso, solo sostenida por la represión policial y paramilitar”.
Dichas premisas se basan en la agenda del Diálogo Nacional iniciado con no pocos sobresaltos en mayo con mediación de la Iglesia católica, a saber: 1) Cese de la represión y que el ejército desarme a los paras, cuya existencia Ortega sigue negando “en un alarde de cinismo, pese a todas las evidencias en contra”; 2) Salida de Ortega-Murillo y sucesión constitucional con un presidente de transición que adelante los comicios “ante el desgobierno actual por las matanzas que han dejado más de 200 muertos y miles de heridos”; 3) Reformas para una justicia sin impunidad, y 4) Presencia de garantes internacionales (ONU, UE, OEA) para asegurar el cumplimiento y la aplicación de los acuerdos que se adopten en el Diálogo Nacional, y afianzar la estabilidad en la transición y durante la reconstrucción.
A su vez, el gobierno de transición y el nuevo gobierno que emerja de comicios libres y transparentes “requerirán el apoyo y la asistencia internacional para lograr cuatro objetivos”, destaca Chamorro: 1)Desarme, detención y juicio de los paramilitares; 2) Reforma y reestructuración de la represora Policía Nacional; 3) Reforma del Ministerio Público y el Poder Judicial orteguista; y 4) Reforma de la Contraloría y apoyo en las investigaciones sobre la corrupción del régimen y sus allegados, para someterlos a la justicia. “La tarea es nuestra, de este pueblo protagonista de la primera revolución pacífica del siglo XXI —concluye Chamorro—, pero Nicaragua necesita y merece el apoyo internacional para aprovechar esta oportunidad histórica”.