El gran científico Albert Einstein, creador de la Teoría de la relatividad, consideró: "La imaginación es todo. Es la vista previa de las próximas atracciones en la vida".
La imaginación, nos lleva a los futuros posibles y es impresionante, cómo ante todo pronóstico, existen quienes esperan siempre, lo peor de las situaciones, son las llamadas mentes catastróficas, las que inventan un caos, en lugar, de generar soluciones.
Se desgastan en su energía, en evitar, hacer o realizar, lo que les corresponde; le sacan la vuelta, a realizar un trabajo, dando pretextos y echando culpas.
Si toda esa energía, que implica, el evitar hacer, la convirtieran en hacer, cambiarían al mundo.
La misma energía, que invertimos para estar bien, es la que utilizamos, para estar mal y en función de nuestra perspectiva, es lo que nos lleva a imaginarnos y crear, los futuros posibles en la vida.
Con lo anterior, no me refiero a vivir de la fantasía, si no de establecer de manera organizada, con un lápiz y papel, la estrategia y las tácticas, necesarias para llegar, a lograr un objetivo.
Es decir, la mente requiere de educación, de tener disciplina, de elegir el pensamiento, que nos llevará a la solución. Se trata de observar, que pensamos, ante una situación y lo primero, que se nos viene a la mente, sin filtro, sin racionalizar, es la forma en que enfrentamos, no nada más un problema, si no a la vida misma.
Desde la neurociencia, es un descubrimiento de conocer, nuestra forma de pensar, el observarnos, nos permite, ver las cristalizaciones a nivel neuronal, es decir, los caminos mentales, que elegimos, en la vida diaria y nos llevan a tomar decisiones, en base a patrones mentales, creados, desde la infancia.
Cuántas veces, nos damos cuenta, de la forma de actuar, de los demás, sin observar, nuestras acciones, ni los puntos ciegos, que por costumbre, consideramos normales.
Y al comenzar a observar nuestro comportamiento, podemos rastrear el pensamiento, detrás de cada acción, sin justificaciones y desde ahí partimos, para crear ideas, que nos proyecten, a mejores futuros posibles.
Richard Bach en su libro, Juan Salvador Gaviota, muestra el deseo de una gaviota, por volar más alto y los retos que enfrenta, por ser leal a sus propios sueños, empezando desde los pensamientos y la libertad de elegir, Juan Salvador Gaviota, no se limita y actúa, desde el amor, que lo lleva a enseñar a la bandada de gaviotas, a aprender a volar, a imagen de la Gran Gaviota.
Se trata de imaginar y de realizar las acciones, que nos lleven a realizar, los futuros posibles, con responsabilidad y desde allí, prepararnos, tocar puertas y asociarnos, con personas con metas y valores, semejantes a los nuestros.
Desde ahí partimos, desde la imaginación, creamos, todo comienza con una idea, luego, la transformamos.
El leer, nos invita a imaginar, la mente se entrena a crear, es por eso que los cambios, los realizan los intelectuales, como fue el caso de la Revolución Francesa, los grandes enciclopedistas, Salvat, Diderot, gestaron los pensamientos, que movieron a las masas a derrocar a la monarquía.
Para concluir, es tan importante imaginar, que el cantante John Lennon, tituló a una hermosa canción: "Imagine".