Hace unos días, el 30 de julio, el mundo de la kabbalah, se vistió de luto, ante la gran pérdida de Karen Berg.
Esposa de Philip Berg, fundador del Centro de Kabbalah, buscó difundir el conocimiento de la sabiduría, a nivel mundial.
Autora de los libros: Dios usa lápiz labial, Continuará..., Simplemente luz, Encontrar la luz a través de la obscuridad, mostró el conocimiento de la kabbalah y lo hizo accesible a las mujeres.
Con su libro, Dios usa lápiz labial, me motivó al estudio; la sencillez de su lenguaje y lo práctico, me enseñó, a encontrar la luz, a través de la obscuridad.
Comprendí la gran importancia, del cambio de pensamientos y las bendiciones, al no reaccionar. Suena fácil, más el reaccionar, el “engancharse”, viene del ego, en base a una emoción, que en un principio, aparentemente, trae luz y a la larga, se convierte en obscuridad. La no reacción, trae luz y el actuar, desde la buena intención, nos lleva a la paz, por el contrario, la falta de bondad o la mala intención, nos llevará al fracaso.
Karen Berg en sus libros, nos muestra, el “cómo” actuar, para sanar, partiendo desde su propia vida y la forma en que aprendió a conciliar sus diferencias, con el Rav Berg.
No fue fácil, el tener la humildad, de reconocer lo vulnerables, que somos, aún con nuestras debilidades, nos lleva a crecer desde el amor a uno mismo.
En su libro: Dios usa lápiz labial, me impactó la historia de Phd. Marion Preminger, quien cayó en excesos, al ser esposa de un director de cine de Hollywood y la forma como retomó su vida, al conocer a un doctor que construyó un hospital en África. La historia es simple, Marion cambió de perspectiva al ver la vida y se convirtió en una persona “ayudadora”, lo importante, es que fue feliz y ayudó a ser felices a otros.
El caso es reconstruirse, buscar la vida que deseas vivir y más, si es para aportar.
Y las preguntas básicas son:
¿En quién nos queremos convertir?
¿Construyo con mis acciones? ó ¿Destruyo?
¿Fui feliz?...
¿Aporté?...
¿Me voy en paz?...
¿Cambiaría algo de mi vida?
Y si tenemos el valor de reconocer, que podemos cambiar, el curso de nuestras vidas, estamos a tiempo, estamos vivos. Es una gran oportunidad de trascender, desde el amor. _