“Año nuevo, vida nueva”, reza un popular dicho mexicano. Aunque cada día es una nueva oportunidad, lo cierto es que a un mes de que termine este año, comienzan las estimaciones de lo que sucederá en 2023, entre ellas, el aumento de los flujos migratorios.
La inflación generalizada, la pérdida del poder adquisitivo y los problemas de inseguridad que se presentan en la actualidad, aumentados por los efectos de la pandemia de covid-19, desencadenarán que un mayor número de personas decida migrar como alternativa a la situación que enfrentan.
El gobierno de Estados Unidos espera cifras históricas de migrantes intentando cruzar la frontera con México para el próximo año ante la situación actual de los países centroamericanos y la eliminación de su política de Salud conocida Título 42 que establecía una rápida expulsión de los migrantes para reducir la posibilidad de contagios de covid-19, lo que elimina la posibilidad de asilo.
Con el inicio de la pandemia en marzo de 2020 y bajo el argumento de evitar contagios, el gobierno federal pudo rechazar a los migrantes que se encuentran a lo largo de la frontera. Para los últimos días de este mes de diciembre, las autoridades norteamericanas ya no podrán aplicar el Título 42 ya que deberán regresar a los protocolos tradicionales luego de una orden judicial que anuló la política a principios de este mes.
De acuerdo con análisis del Departamento de Seguridad Nacional, se proyecta que alrededor de 14 mil migrantes podrían buscar, por día, pasar de manera ilegal a su territorio, la mayoría cruzando la frontera de México. La cifra significa un incremento de más del doble de intentos en comparación con lo que sucede este año.
Para las autoridades norteamericanas, no se puede descartar un peor escenario, que se tripliquen los intentos de cruces ilegales de migrantes provenientes de países como Honduras, El Salvador, Venezuela, México, países sudamericanos y hasta de diferentes partes de los continente africano y asiático.
Ante el aumento de los flujos migratorios, es fundamental que las autoridades de México, Estados Unidos y de los diferentes países expulsores de personas, analicen la situación y se atiendan las causas de raíz. Ni muros ni políticas migratorias podrán detener los sueños de los migrantes que, sin duda, con la llegada del año 2023, buscarán “una vida nueva”.
Jaime Zambrano
jaime.zambrano@milenio.com