El sacerdote jesuita libre

  • Desde el biopoder
  • Jaime Zambrano

Puebla /

Fernando Fernández Font, ex rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, fue un sacerdote jesuita que, pese a las presiones de los gobernantes y de diferentes poderes, levantó la voz y manifestó sus ideas.

El religioso que perdió la vida el lunes 25 de noviembre de 2024 a la edad de 77 años deja un ejemplo de que la verdad no se puede ocultar y de que el respeto y la defensa de los derechos humanos están por encima de intereses personales.

Fernández Font fue rector de la Ibero Puebla de 2005 a 2008 y de 2013-2019, periodos en los que recibió presiones gubernamentales para que callara, pero no lo hizo y se manifestó a favor de los derechos humanos.

Ante el caso del gobernador Mario Marín Torres, quien fue conocido como el “gober precioso” a partir del audio escándalo que se presentó en febrero de 2006, Fernández Font se pronunció a favor de los derechos humanos.

El rector advirtió, en aquellos tiempos, sobre problemas para el estado ante la actuación del mandatario poblano que se vio involucrado en un juicio por difamación. La periodista Lydia Cacho ligó a Marín Torres y al empresario Kamel Nacif Borge en protección para Jean Succar Kuri, empresario que en vida enfrentó cargos de pederastia.

Hace seis años, en noviembre de 2018, siendo rector de la Ibero Puebla por un segundo periodo, Fernández Font reveló, en entrevista, que se definía como alguien a quien le gusta soñar y correr riesgos.

“Una de las características mías es estar muy echado para adelante. Frente a los retos, los riesgos, me gusta correrlos, me gusta soñar mucho”, se autodefinió el sacerdote jesuita.

A diferencia de Enrique Peña Nieto, presidente de la República Mexicana en el sexenio 2012-2018, a Fernández Font, la Biblia marcó su vida. Fue en el nivel medio superior cuando decidió convertirse en sacerdote y expresó su gusto por bucear. En aquella ocasión, el religioso reveló un secreto: si no se hubiera convertido en religioso, hubiera sido biólogo marino, gusto que heredó de su padre.

Para Fernández Font, el bridge, un juego de cartas inglés, era clave en su vida porque cuenta con un principio: “Ver las posibilidades que tienes y no irte a la primera”.


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